Puente de Isabel
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El Puente de Isabel, también conocido como Puente Erzsébet en húngaro, es una de las estructuras más icónicas de Budapest. Conectando Buda y Pest, cruza el Danubio en el punto más estrecho de la ciudad, con una longitud de 290 metros. El puente lleva el nombre de Isabel de Baviera, emperatriz de Austria y reina de Hungría, amada por el pueblo y cariñosamente llamada Sissi.
La historia del Puente de Isabel comienza a finales del siglo XIX, cuando la necesidad de una conexión permanente entre las dos orillas del Danubio se hizo evidente. El puente colgante original, diseñado por Julius Kübler, fue inaugurado en 1903 y mantuvo el récord mundial de la mayor luz de un puente colgante hasta 1926. Este puente, con sus 378,6 metros de longitud total, representaba una verdadera obra maestra de ingeniería de la época.
Sin embargo, la historia del puente estuvo marcada por la destrucción durante la Segunda Guerra Mundial. En enero de 1945, las tropas alemanas en retirada destruyeron el puente para evitar el avance de las fuerzas soviéticas, dejando solo el pilón y parte del puente en la orilla de Pest. Esta devastación marcó profundamente la ciudad, dejando un vacío en su paisaje urbano.
La reconstrucción del puente comenzó en 1960 y se completó en 1964 con un diseño completamente nuevo, diseñado por Pál Sávoly. El nuevo puente, un moderno puente atirantado, presentaba un diseño más minimalista y funcional que su predecesor. Este nuevo puente, con sus líneas limpias y su estructura blanca, se convirtió rápidamente en un símbolo de la renovación y modernidad de Budapest, manteniendo el nombre en honor a Isabel de Baviera.
Hoy en día, el Puente de Isabel es una de las principales arterias de tráfico de la ciudad, con seis carriles que facilitan el movimiento de vehículos y peatones entre las dos orillas. A pesar de las críticas iniciales a su diseño minimalista, el puente ahora es admirado por su elegancia y funcionalidad. Su iluminación nocturna, introducida en 2009, lo hace especialmente fascinante, ofreciendo vistas espectaculares del Danubio y del paisaje urbano circundante.
La zona alrededor del puente está llena de puntos de interés cultural e histórico. En el lado de Buda, el puente se conecta con la Plaza Döbrentei, cerca del monumento a San Gellért y de los famosos baños termales Rácz y Rudas. Estos baños termales, con sus aguas curativas, representan una parte importante de la cultura e historia de Budapest. En el lado de Pest, el puente conduce a la Plaza 15 de marzo, donde se encuentra la Iglesia Parroquial del Inner City, la iglesia más antigua de Pest, que cuenta siglos de historia de la ciudad.
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