Fiordo de las Ballenas Hvalfjörður

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Hvalfjörður
Hvalfjörður, que significa “Fiordo de las Ballenas” en islandés, es uno de los fiordos más pintorescos y ricos en historia de Islandia. Ubicado en la parte occidental del país, a poca distancia de la capital Reykjavik, Hvalfjörður se extiende por aproximadamente 30 kilómetros y ofrece un paisaje variado de imponentes montañas, espectaculares cascadas y aguas tranquilas que reflejan el cambiante cielo de Islandia. El nombre Hvalfjörður proviene de la histórica presencia de ballenas en sus aguas. En el pasado, este fiordo era un importante centro de caza de ballenas, una práctica que dejó una marca indeleble en la cultura y la economía local. Las ballenas eran cazadas por su carne y su grasa, que se utilizaba para producir aceite. Hoy en día, las ballenas están protegidas y el fiordo se ha convertido en un lugar de avistamiento de estos magníficos cetáceos, atrayendo a entusiastas de la vida marina de todo el mundo. La historia de Hvalfjörður está profundamente entrelazada con la de la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, el fiordo fue utilizado como base naval por los Aliados, en particular por las fuerzas británicas y estadounidenses. Este puerto natural ofrecía refugio seguro para los buques de guerra y los convoyes que transportaban suministros a través del Atlántico. Los vestigios de este período todavía son visibles hoy en día, con restos de bunkers, almacenes y otras estructuras militares que salpican el paisaje, ofreciendo una interesante visión de la historia bélica de Islandia. Desde el punto de vista geológico, Hvalfjörður es un paraíso para los amantes de la naturaleza. El fiordo está rodeado de montañas y colinas que ofrecen numerosas oportunidades para hacer excursiones y senderismo. Uno de los senderos más populares lleva a la cascada de Glymur, una de las más altas de Islandia con sus 198 metros de altura. La caminata hacia Glymur es aventurera y emocionante, pasando por cuevas, cruces de ríos y vistas espectaculares que compensan cualquier esfuerzo. La cascada se precipita en un profundo cañón, creando un paisaje impresionante que se ha convertido en una atracción imperdible para quienes visitan Hvalfjörður. La belleza natural de Hvalfjörður no se limita a las montañas y las cascadas. El fiordo en sí mismo es un ecosistema rico en biodiversidad. Sus aguas albergan numerosas especies de peces, focas y aves marinas. Las colonias de aves que anidan en los acantilados y a lo largo de las costas del fiordo ofrecen espectaculares oportunidades para la observación de aves. La variedad de flora y fauna hace de Hvalfjörður un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía de la naturaleza. Un dato interesante es la construcción del túnel Hvalfjarðargöng, inaugurado en 1998. Antes de su apertura, la única forma de cruzar el fiordo era recorrer un largo tramo de carretera que seguía el perímetro del fiordo, un viaje que requería tiempo y paciencia. El túnel, de 5.770 metros de longitud, ha reducido significativamente el tiempo de viaje, facilitando las conexiones entre Reykjavik y la parte occidental de Islandia. Esta infraestructura ha tenido un impacto positivo en la economía local y el turismo, haciendo que Hvalfjörður sea más accesible para los visitantes.
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