Pequeña mitrópolis
Europa,
Grecia,
Atenas,
Plaka
La Iglesia de la Pequeña Metrópolis, también conocida como Panagia Gorgoepikoos o Agios Eleftherios, es una joya bizantina situada junto a la Catedral Metropolitana de Atenas. Construida probablemente en el siglo XII, su datación precisa aún es objeto de debate entre los estudiosos, con algunas hipótesis que la sitúan entre los siglos IX y XIII. Esta iglesia es una de las mejor conservadas de Atenas y representa un raro ejemplo de arquitectura bizantina en la ciudad.
El sitio en el que se encuentra la Pequeña Metrópolis tiene una larga historia religiosa que precede con creces la construcción de la iglesia actual. Antes de la era cristiana, aquí se encontraba un templo dedicado a la diosa Eileithyia, la divinidad del parto y la fertilidad. Esta continuidad del lugar como espacio sagrado refleja la profunda estratificación histórica y espiritual de la ciudad de Atenas.
Uno de los aspectos más fascinantes de la Pequeña Metrópolis es el uso extensivo de spolia, es decir, materiales reutilizados de edificios antiguos. Las paredes de la iglesia son un verdadero collage de fragmentos de mármol, que incluyen esculturas y relieves de diferentes épocas, incluidos elementos paganos, romanos y paleocristianos. Esta reutilización creativa de materiales antiguos confiere a la iglesia un carácter único y la convierte en un ejemplo excepcional de cómo las culturas pueden interactuar y superponerse a lo largo de los siglos.
El exterior de la iglesia está adornado con una serie de relieves intrincados, entre los que destacan los que representan los signos del zodíaco, escenas de la vida cotidiana y símbolos cristianos. Estos relieves no solo embellecen la estructura, sino que también cuentan historias complejas que reflejan las creencias y prácticas religiosas de sus creadores. En particular, el friso sobre las ventanas está dividido en doce secciones que representan los meses del año, con escenas agrícolas y de celebraciones que ofrecen una valiosa visión de la vida en la antigua Atenas.
La Pequeña Metrópolis ha experimentado numerosos cambios de uso a lo largo de su larga historia. Durante la ocupación otomana, la iglesia fue transformada en una mezquita. Posteriormente, después de la Guerra de Independencia griega y la creación del primer estado griego independiente, el edificio fue utilizado como almacén de reliquias y antigüedades, y posteriormente como biblioteca pública de 1834 a 1863. Este período de adaptaciones prácticas ha contribuido a preservar la estructura, evitando que cayera en ruinas.
En el siglo XIX, durante la construcción de la nueva catedral metropolitana, los arquitectos y artesanos responsables del proyecto reconocieron la importancia histórica y arquitectónica de la Pequeña Metrópolis y se comprometieron a su conservación. Fue entonces cuando la iglesia fue dedicada a San Eleuterio, nombre con el que se conoce hoy, y restaurada para asegurar su supervivencia como monumento histórico.
El interior de la iglesia, aunque modesto en tamaño, es igualmente fascinante. La planta en forma de cruz inscrita, típica de las iglesias bizantinas, confiere al edificio un sentido de armonía y proporción. El iconostasio, ricamente decorado con iconos, añade un toque de espiritualidad y arte sacro que invita a la contemplación. Los iconos, muchos de los cuales datan del período post-bizantino, son expresiones de la devoción y maestría artística de sus creadores.
Leer más