Fuente Rotonda
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Rione IX - Pigna
La Fuente de la Plaza de la Rotonda, comúnmente conocida como Fuente del Panteón, es una de las joyas del Renacimiento romano ubicada justo frente al majestuoso Panteón. Esta fuente, diseñada por Giacomo della Porta y esculpida por Leonardo Sormani en 1575, representa un ejemplo significativo de la evolución artística y urbanística de Roma a finales del siglo XVI.
Encargada por el Papa Gregorio XIII, la fuente formaba parte de un ambicioso proyecto de renovación urbana que buscaba mejorar el suministro de agua de la ciudad, restaurando el antiguo acueducto del Aqua Virgo. Este acueducto, originalmente construido en el 19 a.C. durante el reinado de Augusto, fue fundamental para abastecer muchas de las fuentes de Roma, incluyendo la Fontana di Trevi y la Fontana della Barcaccia.
La estructura original de la fuente de Giacomo della Porta era simple pero elegante: una taza octogonal de mármol con cuatro mascarones y delfines de los que brotaba el agua. El corazón de la fuente era un obelisco egipcio, conocido como Obelisco Macuteo, proveniente del Templo de Ra en Heliópolis y posteriormente trasladado al Circo de Majencio antes de ser colocado en la Plaza de la Rotonda en 1711 bajo el Papa Clemente XI. Este obelisco, de aproximadamente seis metros de altura, está coronado por una cruz y una paloma, símbolo del Espíritu Santo, creando una fusión única de símbolos paganos y cristianos.
Durante el siglo XVIII, la fuente sufrió importantes modificaciones. Filippo Barigioni fue encargado de añadir una nueva base y decorar aún más la fuente con cuatro delfines que sostienen el obelisco, contribuyendo a crear el aspecto barroco que admiramos hoy en día. Las estatuas de los delfines, además de ser decorativas, simbolizan los ríos y los mares, representando así un vínculo entre Roma y sus recursos hídricos.
La fuente ha sido objeto de varios restauraciones a lo largo de los siglos para mantener su belleza y funcionalidad. Una de las restauraciones más significativas tuvo lugar en 1889, cuando las estatuas originales fueron reemplazadas por copias para preservar las obras de arte del desgaste del tiempo y de los agentes atmosféricos. Hoy en día, la Fuente de la Plaza de la Rotonda sigue siendo un punto focal para los turistas que visitan Roma, ofreciendo un marco perfecto para fotografías y momentos de relajación en una de las plazas más icónicas de la ciudad. Un interesante anécdota histórica sobre la plaza misma es que en el siglo XIX era un animado mercado de aves, flores, frutas y verduras. La Plaza de la Rotonda era conocida por su vitalidad y su función central en la vida cotidiana de los romanos. Sin embargo, durante el breve dominio napoleónico de Roma (1809-1814), hubo planes para demoler los edificios circundantes para ampliar la plaza, planes que afortunadamente nunca se llevaron a cabo debido a la corta duración del dominio francés.
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