Puerta San Pablo

La Puerta de San Pablo es una de las puertas del sur de las Murallas Aurelianas de Roma, situada cerca de la Pirámide Cestia. Originalmente llamada Puerta Ostiense, era el acceso a la Vía Ostiense, que conectaba Roma con el puerto de Ostia. Construida en el siglo III d.C. durante el reinado del emperador Aureliano, la puerta fue renovada bajo el emperador Honorio entre el 401 y el 403 d.C. La estructura está hecha de travertino y tiene dos torres semicirculares a cada lado. En la Edad Media, la puerta cambió de nombre a Puerta de San Pablo debido a su cercanía a la Basílica de San Pablo Extramuros. Durante la época medieval, la Puerta de San Pablo se convirtió en una importante vía de acceso para los peregrinos que se dirigían a la basílica, consolidando así su importancia religiosa y simbólica. La puerta se caracteriza por un imponente arco central y una puerta interna construida por Majencio en el siglo IV, la única de las Murallas Aurelianas que se conserva completamente.La Puerta de San Pablo ha sido escenario de eventos históricos significativos, como la invasión de los ostrogodos en el 549 d.C., cuando las tropas de Totila entraron en Roma gracias a la traición de la guarnición que dejó la puerta abierta. Otro evento crucial ocurrió el 10 de septiembre de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. Fue aquí donde el ejército italiano, junto con numerosos civiles, intentó resistir la ocupación alemana. A pesar de la abrumadora superioridad de las fuerzas enemigas, las murallas de la Puerta de San Pablo se convirtieron en un baluarte defensivo de la resistencia, protegido por barricadas y restos de vehículos. Entre los defensores se encontraban unidades de la legión territorial de Carabinieri, el Regimiento Lanceros de Montebello, el I escuadrón del Regimiento Caballería de Génova, algunas unidades de la división Sassari, paracaidistas del X Regimiento Arditi y muchos civiles armados de forma improvisada. Junto a los granaderos, murió Maurizio Cecati, de diecisiete años, quizás el primer caído en la lucha de Liberación al que se le reconoció la calificación de partisano.Después de la Segunda Guerra Mundial, la Puerta de San Pablo siguió siendo un símbolo de resistencia y memoria. En sus alrededores, se han erigido placas conmemorativas para recordar a los caídos en la Resistencia y a aquellos que lucharon por la libertad durante el conflicto.La arquitectura de la Puerta de San Pablo es imponente y funcional, diseñada para resistir los ataques y proporcionar un sistema defensivo eficaz. La puerta originalmente tenía dos arcos, pero con la renovación de Honorio, se redujo a un solo arco para mejorar la defensa. Las torres semicirculares que la flanquean fueron reforzadas y equipadas con almenas y ventanas para operaciones militares. Dentro del “Castelletto”, la puerta interna, se encontraba la guarnición militar y la estación de recaudación de impuestos sobre las mercancías que entraban y salían. Este complejo sistema defensivo refleja la importancia estratégica de la puerta en el control y protección de la ciudad.El “Castelletto” de la Puerta de San Pablo tiene una característica única: la cerradura estaba hacia la ciudad en lugar de hacia el interior de la estructura, como era habitual. Esta disposición estaba pensada para ofrecer un doble obstáculo a posibles agresores externos, pero también representaba una vulnerabilidad en caso de ataques desde el interior, como ocurrió en 1410 durante las luchas entre facciones armadas romanas.