Arco de Constantino
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citta, Roma,
Rione XIX - Celio
Construido en el 315 d.C., el Arco de Constantino es uno de los monumentos más emblemáticos y mejor conservados de la antigua Roma. Situado entre el Coliseo y el Palatino, este imponente arco triunfal celebra la victoria del emperador Constantino I en la batalla del Puente Milvio del 312 d.C., una victoria que marcó un punto de inflexión crucial en la historia del Imperio Romano y del cristianismo. El arco tiene aproximadamente 21 metros de altura y 25 de ancho, con tres arcos (aperturas) y está decorado con una rica serie de relieves y esculturas que representan un ejemplo magistral del arte y la propaganda imperial. La construcción del Arco de Constantino es un trabajo de reutilización artística y arquitectónica: muchos de los relieves y esculturas que adornan el arco fueron tomados de monumentos más antiguos, pertenecientes a los emperadores Trajano, Adriano y Marco Aurelio. Este reuso no solo destaca la continuidad del arte imperial, sino que también refleja un intento político, el de legitimar el nuevo régimen de Constantino a través de la asociación con sus ilustres predecesores. Entre las decoraciones más significativas se encuentran las ocho estatuas de dacios prisioneros, colocadas en la parte superior del arco, y los relieves que representan escenas de caza y sacrificios, originalmente parte de un monumento a Adriano. Estos elementos, combinados con los relieves creados específicamente para el arco, crean un conjunto artístico de gran impacto visual y simbólico. Una anécdota interesante es la inscripción colocada sobre el arco central, que atribuye la victoria de Constantino no solo a su habilidad militar, sino también a la “inspiración divina”. Esta es una de las primeras evidencias epigráficas de la influencia cristiana en la retórica imperial, un reflejo de la conversión de Constantino al cristianismo y de su papel en la promoción de la nueva fe dentro del Imperio.
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