Basílica della Santissima Trinità

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Santa Trinita
La Basílica de Santa Trinita en Florencia es una joya escondida que encierra siglos de historia y arte, situada en una de las plazas más elegantes de la ciudad, la Plaza Santa Trinita, a lo largo de la Via de’ Tornabuoni. Fundada en la mitad del siglo XI por los monjes vallombrosianos, la iglesia original era un edificio románico, austero y sencillo, en línea con los principios del orden monástico. A lo largo de los siglos, la basílica ha sufrido numerosas intervenciones de ampliación y reestructuración. Uno de los momentos más significativos fue la transformación gótica iniciada en el siglo XIII, probablemente bajo el diseño del arquitecto Neri di Fioravante o Nicola Pisano. Durante este período, el edificio fue ampliado con la adición de capillas laterales, financiadas por las familias más poderosas de Florencia, que querían dejar una marca tangible de su devoción y prestigio. La fachada actual de la iglesia, realizada a finales del siglo XVI por Bernardo Buontalenti, es un ejemplo típico del manierismo florentino. La fachada se caracteriza por un doble orden de pilastras y un frontón con una ventana redonda. Las esculturas que adornan la fachada, incluida la estatua de San Alejo y el relieve de la Trinidad, son obras de Giovanni Battista Caccini. En el interior, la basílica presenta una planta de cruz comisada, con tres naves divididas por pilares rectangulares y arcos apuntados, y techos de bóveda de crucería. La estructura interna está organizada de tal manera que crea un efecto óptico que hace que la iglesia parezca más grande de lo que realmente es, un artificio destinado a impresionar a los fieles. Una de las capillas más famosas es la Capilla Sassetti, decorada con un ciclo de frescos de Domenico Ghirlandaio entre 1483 y 1486, que representan las historias de San Francisco de Asís. Estos frescos no solo ilustran episodios de la vida del santo, sino que también ofrecen una visión de la sociedad florentina del siglo XV, con retratos de contemporáneos de Ghirlandaio, incluido Lorenzo el Magnífico. La Capilla Bartolini Salimbeni, ubicada a lo largo de la nave derecha, conserva frescos de Lorenzo Monaco que representan las Historias de la Virgen, realizadas entre 1420 y 1425. La capilla es un ejemplo perfecto del gótico internacional, con colores vivos y detalles minuciosos. Otra capilla de gran interés es la Capilla Strozzi, que alberga la Anunciación de Michele Tosini y las estatuas de la Mansedumbre y la Paz de Giovan Battista Caccini. La Capilla Davanzati contiene una magnífica Coronación de la Virgen de Bicci di Lorenzo y un monumento funerario compuesto por un sarcófago romano del siglo III d.C., atribuido a Bernardo Rossellino. La basílica también alberga la tumba monumental del obispo Benozzo Federighi, realizada por Luca della Robbia en 1455, que se encuentra en la última capilla del transepto. Esta tumba es una obra maestra en mármol con inserciones decorativas en mayólica policromada. Con el tiempo, Santa Trinita ha sido objeto de varios restauraciones, incluidas las que siguieron a la inundación de 1966, que causaron daños significativos. Durante estas intervenciones, muchos de los elementos falsos del siglo XIX fueron eliminados, revelando los elementos góticos originales.
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