Campanario de San Marcos
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El Campanile de San Marco, majestuosa torre que se alza sobre la Plaza de San Marcos en Venecia, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad. Con sus casi 99 metros de altura, ofrece una vista panorámica incomparable de la laguna veneciana, atrayendo a visitantes de todo el mundo ansiosos por admirar el paisaje desde lo alto. La historia del campanario es larga y compleja, entrelazada con la de la Serenísima República de Venecia, y marcada por numerosas reconstrucciones y restauraciones.
La construcción del campanario comenzó en el siglo IX, pero la estructura actual tomó forma entre los siglos XII y XIV. Se completó en 1514, cuando la torre se convirtió en una de las más altas de la época. El campanario no solo servía como punto de avistamiento y faro para los navegantes, sino también como torre campanario para la Basílica de San Marcos. Su base está formada por un bloque macizo de mármol, que alberga la Loggetta del Sansovino, una elegante logia renacentista añadida en el siglo XVI por el arquitecto Jacopo Sansovino. La loggetta, originalmente utilizada como sala de espera para los patricios venecianos, está decorada con estatuas de dioses romanos y representa un espléndido ejemplo de escultura renacentista.
A lo largo de los siglos, el campanario ha sufrido varios daños y restauraciones. Uno de los eventos más dramáticos en su historia ocurrió el 14 de julio de 1902, cuando el campanario se derrumbó repentinamente, afortunadamente sin causar víctimas. Este colapso fue un duro golpe para Venecia, pero la determinación de los venecianos llevó a la reconstrucción de la torre “como era y donde estaba”, terminada en 1912. Esta frase, que se convirtió en un símbolo de resiliencia y fidelidad a la tradición, subraya la importancia del campanario como emblema de la ciudad.
Las cinco campanas del campanario tenían funciones diferentes en la vida cotidiana de la República de Venecia. La Marangona señalaba el inicio y el final del horario laboral de los marangoni (carpinteros); la Nona sonaba al mediodía; la Trottiera se utilizaba para convocar a los miembros del Maggior Consiglio; la Mezza Terza anunciaba las sesiones del Senado; y la Renghiera o Maleficio sonaba para las ejecuciones capitales. Cada campana tenía un papel específico, marcando los momentos de la vida ciudadana y política veneciana.
La visita al campanario no solo ofrece una vista impresionante, sino también un viaje a la historia de Venecia. Subiendo en ascensor, se llega a la cima de la torre, donde se pueden admirar los techos rojos de Venecia, la laguna y, en los días más despejados, los Dolomitas en la distancia. Esta experiencia permite comprender la importancia estratégica y simbólica del campanario, que domina la ciudad y cuenta su historia a lo largo de los siglos.
El campanario ha sido inmortalizado en numerosas obras de arte y literarias, reflejando su impacto cultural y artístico. El pintor veneciano Canaletto lo retrató en muchas de sus vistas de Venecia, capturando la imponencia y elegancia de la torre. De la misma manera, escritores como Henry James han descrito la vista desde el campanario en sus relatos, transmitiendo el encanto atemporal de este monumento. La historia del campanario también está entrelazada con la de la ciencia y la tecnología. Galileo Galilei, el célebre astrónomo, utilizó el campanario de San Marco para demostrar su telescopio al dux y a los nobles venecianos en 1609. Esta demostración marcó un momento significativo en la historia de la ciencia, destacando el papel de Venecia como centro de innovación y conocimiento.
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