Casa Lonja de Mar
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La Llotja de Mar, también conocida como Lonja de Barcelona, es una joya arquitectónica ubicada en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. Este edificio histórico representa una fusión única de estilos gótico y neoclásico, reflejando siglos de desarrollo económico y cultural de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XIV, cuando fue construido como sede de los comerciantes locales. A lo largo de los siglos, ha experimentado numerosas modificaciones y ampliaciones, convirtiéndose en un punto de referencia para la actividad comercial y cultural de Barcelona.
El edificio original fue construido entre 1384 y 1397, bajo la dirección del arquitecto Pere Arvei. Esta primera edificación gótica incluía una gran sala de tres naves separadas por arcos de medio punto sostenidos por columnas, con un techo de madera. Esta sala, conocida como Salón de Contrataciones, estaba destinada a las actividades comerciales y contractuales de los comerciantes, protegiéndolos de las inclemencias del tiempo y de los efectos del mar. A partir de 1457, el Consulado del Mar, la entidad que regulaba el comercio marítimo, se estableció en el piso superior, transformando aún más la función del edificio.
Uno de los episodios más significativos en la historia de la Llotja de Mar fue la representación de la primera ópera italiana en Cataluña, “Il più bel nome” de Antonio Caldara, en 1708, con motivo del matrimonio del archiduque Carlos de Austria con la princesa Isabel Cristina de Brunswick. Este evento marcó el inicio de la importancia cultural del edificio además de la comercial.
En el siglo XVIII, el edificio sufrió una transformación radical bajo la dirección del arquitecto Joan Soler i Faneca, que lo convirtió en un ejemplo destacado de arquitectura neoclásica. Las obras, iniciadas en 1774 y completadas en 1802, añadieron una nueva fachada y numerosos elementos decorativos internos, incluyendo la magnífica escalinata y el patio, adornados con esculturas como la Fuente de Neptuno de Nicolau Travé y las figuras alegóricas de Europa y Asia de Josep Bover, y de África y América de Manuel Olivé.
Desde el punto de vista artístico, el Salón Dorado es uno de los puntos destacados del edificio, albergando la escultura neoclásica “Lucrecia” de Damià Campeny, una obra maestra de la escultura europea. Las salas de la planta noble todavía conservan numerosas obras de arte, reflejando la importancia del edificio como centro cultural.
A lo largo de los siglos, la Llotja de Mar ha albergado diversas instituciones, incluyendo la Bolsa de Barcelona y la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge. Esta última todavía mantiene su sede en el edificio y conserva un importante fondo artístico, con obras que datan principalmente de los siglos XVIII y XIX.
Hoy en día, la Llotja de Mar es la sede de la Cámara de Comercio de Barcelona y sigue siendo un símbolo de la rica historia comercial de la ciudad. El edificio se utiliza para eventos, exposiciones y actividades culturales, manteniendo viva su tradición como lugar de encuentro e intercambio.
Un dato interesante es el pórtico original construido por Pere Llobet entre 1352 y 1357, que fue uno de los primeros elementos del complejo y probablemente reemplazó una estructura aún más antigua. Este pórtico fue ampliado y mejorado a lo largo de los años, testificando la evolución arquitectónica y funcional de la Llotja de Mar.
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