Catedral de Notre-Dame

Europa,
Francia,
citta, París,
IV arrondissement
La Catedral de Notre-Dame, ubicada en el corazón de París, es uno de los monumentos góticos más icónicos del mundo. Su construcción comenzó en 1163 bajo el reinado de Luis VII y se completó en 1345. Esta obra maestra de la arquitectura gótica se alza majestuosamente sobre la Île de la Cité, una isla en el Sena, y está dedicada a la Virgen María. A lo largo de los años, la catedral se ha convertido en un símbolo de París y de Francia, así como en un punto de referencia espiritual, cultural e histórico. La arquitectura de la Catedral de Notre-Dame es imponente: tiene una longitud de 128 metros, mientras que las dos torres principales alcanzan una altura de 69 metros. La aguja, desafortunadamente destruida durante el incendio de 2019, tenía una altura de 96 metros. Uno de los elementos más fascinantes del edificio son sus rosetones, incluido el famoso rosetón norte, que con un diámetro de 13 metros es uno de los ejemplos más espectaculares de vidrieras góticas. Solo uno de los tres grandes rosetones conserva todavía el vidrio original del siglo XIII. La catedral está llena de elementos decorativos y simbólicos. La fachada occidental está adornada con tres portales ricamente esculpidos, cada uno con una narrativa bíblica distinta: el Portal de la Virgen, el Portal del Juicio Final y el Portal de Santa Ana. Las esculturas y relieves que decoran estos portales son obras maestras del arte gótico, ilustrando escenas de la Biblia con una precisión y vivacidad extraordinarias. Uno de los aspectos más innovadores de la arquitectura gótica de Notre-Dame son los arbotantes, introducidos en el siglo XII para sostener las paredes de la nave y permitir la construcción de edificios más altos y luminosos. Estos arbotantes distribuyen el peso de la estructura, permitiendo la instalación de amplias vidrieras que inundan el interior de la catedral con luz de colores, creando una atmósfera de trascendencia y espiritualidad. Notre-Dame ha desempeñado un papel central en la historia de Francia. Aquí se han celebrado eventos de gran importancia, como la coronación de Napoleón Bonaparte en 1804, la beatificación de Juana de Arco en 1909 y los funerales de numerosos presidentes franceses. Durante la Revolución Francesa, la catedral sufrió graves daños: muchas de sus estatuas fueron destruidas y la estructura misma fue vandalizada. Sin embargo, fue gracias a la novela de Víctor Hugo “Notre-Dame de París” de 1831 que la atención pública volvió a centrarse en el valor histórico y artístico de la catedral, estimulando una importante obra de restauración liderada por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc a partir de 1845. La catedral también es famosa por sus campanas, cada una de las cuales lleva el nombre de santos y mártires cristianos. En 2013, con motivo del 850 aniversario de la consagración de la catedral, muchas de las campanas históricas fueron reemplazadas por nuevas campanas fundidas en Normandía, respetando las técnicas medievales. El incendio del 15 de abril de 2019 fue un momento trágico en la historia de Notre-Dame. Las llamas destruyeron el techo y la aguja, causando daños significativos a la estructura. Sin embargo, gracias a los esfuerzos conjuntos de las autoridades francesas y las donaciones de todo el mundo, se están llevando a cabo importantes trabajos de restauración, con el objetivo de reabrir la catedral al público en 2024.
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