Circo Máximo

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Rione XIX - Celio
El Circo Máximo es uno de los monumentos más emblemáticos de Roma, un lugar que ha atravesado milenios de historia y ha visto la ciudad crecer y transformarse a su alrededor. Ubicado en el valle entre el Palatino y el Aventino, este antiguo circo romano fue el edificio para espectáculos más grande jamás construido y uno de los centros más importantes de la vida pública de la antigua Roma. Su historia está llena de eventos, cambios arquitectónicos y anécdotas que lo convierten en un testimonio vivo de la grandeza y complejidad de la civilización romana. Los orígenes del Circo Máximo se remontan a la leyenda del rapto de las Sabinas, un episodio mítico que habría tenido lugar precisamente en este valle durante los juegos organizados por Rómulo en honor al dios Consus. El valle, con su amplio espacio llano cerca del Tíber, era el lugar ideal para actividades de mercado, rituales y socialización. Las primeras estructuras del circo probablemente eran de madera y móviles, utilizadas para los grandes Ludi Romanos organizados por Tarquinio Prisco en el siglo VI a.C.La transformación del Circo Máximo en un edificio permanente comenzó en el 329 a.C., con la construcción de los primeros carceres, los establos de salida para las carreras de carros. Sin embargo, fue bajo Cayo Julio César, en el siglo I a.C., que el circo adquirió su forma definitiva con estructuras de mampostería y asientos permanentes. César también construyó una espina central, decorada con varios monumentos, estatuas y dos obeliscos egipcios traídos posteriormente a Roma: el obelisco Flaminio, trasladado en el siglo XVI a la Plaza del Pueblo, y el obelisco Lateranense, ahora en la Basílica de San Juan de Letrán.El Circo Máximo sufrió numerosas restauraciones y ampliaciones durante la época imperial. Augusto añadió otro orden de asientos y embelleció aún más la espina, mientras que Tiberio, Nerón y Trajano contribuyeron con más mejoras estructurales y decorativas. Trajano, en particular, completó la reconstrucción del circo después de un devastador incendio bajo Domiciano. Durante el reinado de Tito, se erigió un arco monumental en el centro del lado curvo, con tres arcos y decorado con una cuádriga de bronce, que añadía majestuosidad a la entrada principal del circo.La estructura del Circo Máximo era imponente: con 600 metros de largo y 140 de ancho, podía albergar entre 260.000 y 300.000 espectadores, convirtiéndolo en el edificio para espectáculos más grande jamás construido. La cavea, el área destinada a los espectadores, estaba dividida en tres órdenes y descansaba sobre una compleja estructura de mampostería que albergaba pasajes, escaleras y espacios de servicio. La arena estaba rodeada por un euripo, un canal de casi tres metros de ancho, que luego fue eliminado para aumentar la capacidad.Las carreras de carros eran el evento principal del Circo Máximo. Doce cuádrigas, cada una tirada por cuatro caballos, daban siete vueltas alrededor de la espina central, decorada con estatuas, nichos y templitos. Las vueltas se contaban utilizando siete huevos y siete delfines colocados en la espina. Los carceres, situados en el lado recto hacia el Tíber, estaban dispuestos oblicuamente para permitir un alineamiento correcto en la salida y estaban equipados con un mecanismo que permitía su apertura simultánea.El Circo Máximo no solo fue escenario de carreras de carros, sino también de otros eventos públicos y rituales. Durante los Ludi Apollinares del 212 a.C., organizados por Publio Cornelio Silla, se celebraron aquí los primeros juegos. El edificio siguió en uso hasta las últimas carreras organizadas por Totila en el 549 d.C., después de las cuales comenzó un lento declive. En la Edad Media, la zona se convirtió en agrícola y fue ocupada por construcciones utilitarias, como el cementerio judío en 1645 y el gasómetro en 1852.Hoy en día, el Circo Máximo es un área arqueológica y un espacio verde abierto al público, utilizado para grandes eventos y manifestaciones. A pesar del tiempo y las transformaciones, la disposición antigua sigue siendo reconocible. La Superintendencia Capitolina de Bienes Culturales ha emprendido varios proyectos de restauración para preservar y valorar este extraordinario monumento. En 1959, el Circo Máximo iba a albergar la filmación de la carrera de cuadrigas de la película “Ben-Hur”, pero la Superintendencia rechazó la autorización y el set fue trasladado al Circo de Majencio en la Vía Apia Antica.
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