Claustro de San Francisco – Mirador - Bérgamo

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El Claustro de San Francisco, un lugar emblemático y rico en historia que se erige en el corazón de Bérgamo, una de las ciudades más fascinantes de Italia. Situado en el barrio de Bérgamo Alta, el claustro forma parte de un complejo monástico fundado en el siglo XIII y representa un ejemplo extraordinario de arquitectura medieval. Es conocido por su belleza arquitectónica y por su sugestivo mirador, desde el cual es posible admirar panoramas impresionantes de la ciudad y los valles circundantes. La construcción del claustro comenzó en 1230, y desde entonces ha sufrido varias transformaciones y restauraciones, testimonio de siglos de historia y devoción.Orígenes e historiaLos orígenes del Claustro de San Francisco se remontan a 1230, cuando los frailes menores, fundados por San Francisco de Asís, decidieron establecerse en este lugar. La idea de construir un convento surgió de la voluntad de difundir la espiritualidad y los enseñanzas franciscanas en el territorio bergamasco. La elección del sitio no fue casual: la alta posición permitía a los frailes alejarse de las distracciones del mundo y dedicarse así a la oración y la contemplación.En los siglos siguientes, el claustro sufrió diversas modificaciones estructurales y ampliaciones. Durante el siglo XIV, el complejo fue ampliado con la construcción de nuevas celdas para los frailes y de una iglesia, que se convertirían en parte integral de la vida monástica. En 1400, se registran más modificaciones, y la iglesia del convento fue embellecida con obras de arte que enriquecieron problemáticamente su arquitectura.El claustro, como muchos otros edificios religiosos, sufrió los daños de las guerras y las epidemias. Un evento crucial ocurrió en 1527, cuando Bérgamo fue escenario de una serie de saqueos. A pesar de ello, el Claustro de San Francisco logró mantener su estructura principal, gracias también al compromiso de los frailes que lo habitaban.En el siglo XVII, el claustro fue reestructurado en estilo barroco, con la adición de decoraciones más elaboradas que reflejaban los gustos de la época. Durante el período de ocupación austríaca, el claustro sufrió una nueva transformación, y gran parte del convento fue desmantelado para permitir la construcción de edificios militares.En los años siguientes, el claustro se convirtió en un lugar de agregación cultural, albergando eventos, conciertos y manifestaciones artísticas. Este nuevo uso contribuyó a preservar la importancia histórica del lugar, además de garantizar su apertura al público. En las últimas décadas, se han iniciado trabajos de restauración para devolver a la luz la belleza original del claustro y de su espléndido jardín, espacios que hoy son accesibles a los visitantes.Qué observarAhora, prepárense para descubrir los elementos más fascinantes del Claustro de San Francisco. Al entrar, serán recibidos por una atmósfera de serenidad. La primera cosa que impacta es la belleza de la fachada, caracterizada por elegantes arcos y columnas románicas. Estos elementos arquitectónicos, típicos del estilo medieval, testifican la gran habilidad de los constructores de la época.Continuando hacia el claustro interior, encontrarán un maravilloso jardín, rodeado por un pórtico con columnas que sostienen arcos de medio punto. Este espacio es una invitación a la contemplación y a la meditación, tal como lo era para los frailes que aquí pasaban sus días. Presten atención a los detalles de las columnas, decoradas con motivos florales que narran la vida cotidiana y las creencias de los frailes.Girando alrededor del claustro, a su izquierda, encontrarán nichos que albergan estatuas de santos, incluido el mismo San Francisco. Estas obras de arte no son solo decorativas, sino que también tienen un profundo significado religioso, invitando a los visitantes a reflexionar sobre la espiritualidad franciscana.Otro elemento interesante es la refinación de las paredes interiores. Los frescos, que datan del siglo XV, ofrecen un retrato de la vida monástica y de la devoción religiosa de la época. Estas pinturas fueron realizadas por artistas locales y relatan episodios de la vida de Jesús y de los santos, testimoniando la tradición artística bergamasca.Al subir hacia el mirador, prepárense para quedar sin palabras ante la vista panorámica. Desde aquí, la mirada se pierde entre las colinas y la llanura circundante. Es el lugar perfecto para reflexionar sobre la belleza de la naturaleza y para comprender la elección de los frailes de vivir aquí, en un lugar tan sugestivo y pacífico.Finalmente, no olviden admirar los detalles de los dinteles y de los capiteles, que presentan inscripciones y símbolos cristianos. Estos particulares, a menudo descuidados por los visitantes, son emblemáticos del arte medieval y revelan la historia y la espiritualidad de este lugar.Contexto y conexionesEl Claustro de San Francisco no solo es un importante punto de referencia para la historia religiosa de Bérgamo, sino que también se sitúa en un contexto urbano rico en cultura y arte. Situado a pocos pasos de la Basílica de Santa María la Mayor, una obra maestra del arte románico-gótico, y de la Capilla Colleoni, famosa por su elegancia y sus frescos, el claustro es fácilmente conectable a otras instituciones históricas de la ciudad.Una breve caminata los llevará hacia el Museo de Historia y Arqueología de Bérgamo, donde podrán profundizar en la historia de la ciudad a través de hallazgos y obras de arte. Además, la plaza del Duomo, con su singular encanto, es otro punto de interés que no se deben perder, con la posibilidad de asistir a eventos culturales y celebraciones religiosas que ocurren regularmente.Curiosidades¿Sabían que el Claustro de San Francisco fue utilizado como refugio durante las guerras? De hecho, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el convento acogió a refugiados y personas en busca de seguridad, preservando una tradición de acogida que se remonta a los primeros frailes menores.Además, el jardín del claustro ha sido recientemente rehabilitado, devolviendo a la comunidad un lugar de socialización y relajación. Esta revalorización ha permitido reconsiderar la importancia de los espacios verdes también en los lugares históricos, creando una conexión entre naturaleza y cultura.Finalmente, el claustro es a menudo utilizado para conciertos y eventos culturales. Estas citas representan una oportunidad para acercar al público a la música de diferentes géneros, en un marco único que reúne arte e historia.Hemos llegado al final de esta audio-guía. Les invitamos a continuar su descubrimiento de la hermosa Bérgamo, visitando sus diversos lugares históricos y culturales, como la Basílica de Santa María la Mayor y la Capilla Colleoni. Cada rincón de esta ciudad cuenta una historia y ofrece nuevas maravillas por explorar. ¡Buena visita!
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