Cueva Pálvölgyi

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La Cueva de Pálvölgyi, ubicada en las colinas de Buda en Budapest, es una de las joyas escondidas de Hungría, famosa por su extensa red de pasajes subterráneos y sus espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas. Descubierta en 1904, esta cueva se ha convertido en una de las principales atracciones naturales de Budapest, ofreciendo a los visitantes una fascinante exploración del mundo subterráneo. El descubrimiento de la Cueva de Pálvölgyi fue bastante fortuito: la leyenda cuenta que un pastor local notó que una de sus ovejas había desaparecido en una cavidad que se abrió repentinamente en el suelo. Cuando el hijo del propietario de la tierra, János Bagyura, intentó salvar a la oveja, descubrió la entrada de la cueva. Este descubrimiento llevó rápidamente a exploraciones y mapeos más profundos. En las primeras décadas del siglo XX, la cueva fue explorada y abierta al público, y en 1919 fue oficialmente abierta a los visitantes. El sistema de cuevas de Pálvölgyi tiene más de 29 kilómetros de longitud, lo que lo convierte en el segundo más largo de Hungría. La cueva es famosa por sus formaciones de espeleotemas, como estalactitas y estalagmitas, que han tardado milenios en formarse a través del lento proceso de deposición de minerales disueltos en las aguas subterráneas. Entre las formaciones más impresionantes se encuentran “The Organ”, una serie de estalactitas que recuerdan a los tubos de un órgano, y “Radium Hall”, una sala con fascinantes tonos rojizos debido a la presencia de minerales de hierro. La Cueva de Pálvölgyi también ofrece una variedad de recorridos y salas que cautivan la imaginación de los visitantes. Por ejemplo, “John’s Lookout” ofrece una vista panorámica de las salas de la cueva, mientras que “The Theatre Hall” es una de las salas más grandes y majestuosas, a menudo utilizada para conciertos y eventos gracias a su excepcional acústica. Otros aspectos destacados incluyen “The Zoo”, así llamado por las formaciones rocosas que se asemejan a diferentes animales, y “The Witch’s Kitchen”, caracterizada por cavidades esféricas formadas por la erosión de las aguas termales. Durante la Segunda Guerra Mundial, la cueva fue utilizada como refugio antiaéreo, añadiendo una importante dimensión histórica a su ya rica historia natural. La cueva tiene una temperatura constante de alrededor de 11°C, lo que la convierte en un refugio fresco durante los calurosos meses de verano y un lugar de interés para aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad. Además de su belleza natural, la Cueva de Pálvölgyi también es un sitio de relevancia científica. Los estudios geológicos y biológicos realizados en la cueva han revelado una variedad de especies adaptadas al entorno subterráneo, incluidas varias especies de murciélagos que utilizan la cueva como refugio invernal. Además, la cueva alberga una variedad de algas y microbios que prosperan en sus condiciones únicas, proporcionando valiosa información a los científicos que estudian la biodiversidad subterránea. La visita a la cueva es una aventura que requiere una buena preparación física. El recorrido estándar cubre aproximadamente 500 metros y dura alrededor de una hora, durante la cual los visitantes deben enfrentar más de 400 escalones y algunas escaleras empinadas. Se recomienda usar zapatos resistentes y ropa en capas para hacer frente a las variaciones de temperatura dentro de la cueva. Las visitas guiadas están disponibles en varios idiomas y ofrecen una experiencia educativa y envolvente, ilustrando los procesos geológicos y la historia de la cueva.
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