Exposición sobre el Asentamiento (Reykjavík 871±2)

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En el corazón de Reykjavík, una ciudad que fusiona modernidad y tradición con un encanto único, se encuentra una de las atracciones más fascinantes y significativas para comprender las raíces históricas de la capital islandesa: el sitio arqueológico conocido como Reykjavík 871±2. Este curioso nombre proviene de la datación por radiocarbono de una capa de tefra (ceniza volcánica) descubierta en el sitio, que sugiere que el asentamiento humano data de alrededor del 871 d.C., con un margen de error de dos años. El sitio de Reykjavík 871±2 está ubicado debajo de la esquina oriental del edificio del Museo de la Ciudad de Reykjavik y alberga las ruinas de una casa larga vikinga, descubierta durante trabajos de construcción en 2001. Este descubrimiento arqueológico ha proporcionado una ventana sin precedentes al pasado de la ciudad, revelando detalles sobre la vida de los primeros colonos islandeses. La casa larga se considera una de las estructuras más antiguas jamás encontradas en Islandia, ofreciendo un testimonio tangible de la presencia de los primeros colonos nórdicos. Al ingresar al museo, los visitantes son recibidos por una experiencia envolvente que combina tecnologías modernas con artefactos históricos auténticos. Las ruinas de la casa larga se conservan debajo de un piso de vidrio, lo que permite a los visitantes caminar sobre la antigua estructura y observar los detalles del asentamiento vikingo. El uso de proyecciones multimedia, sonidos ambientales y reconstrucciones virtuales crea un contexto vívido y dinámico, haciendo que la visita no solo sea educativa sino también emocionalmente atractiva. La casa larga, de aproximadamente 20 metros de largo, fue construida utilizando materiales locales como madera, turba y piedra, típicos de las viviendas vikingas. Las excavaciones han revelado varios artefactos, incluidos utensilios domésticos, fragmentos de cerámica y herramientas agrícolas, que ofrecen una visión de la vida cotidiana de los primeros habitantes de Reykjavík. Estos hallazgos sugieren que la comunidad era autosuficiente, con actividades que incluían la agricultura, la cría de animales y la pesca. Un elemento fascinante del sitio es la presencia de una hoguera central, que era el corazón de la casa larga. Este espacio no solo proporcionaba calor y luz, sino que también era el centro de la vida social y familiar, donde los habitantes se reunían para cocinar, trabajar y contarse historias. La disposición de la casa larga, con áreas de estar y trabajo organizadas alrededor de la hoguera, refleja la importancia del fuego en la cultura y supervivencia de los vikingos. Además de la casa larga, el sitio de Reykjavík 871±2 también incluye una exhibición sobre la urbanización y el desarrollo de la ciudad desde la época vikinga hasta nuestros días. Esta parte de la exhibición traza la evolución de Reykjavík desde un pequeño asentamiento de colonos hasta una capital vibrante y moderna, explorando las transformaciones económicas, sociales y culturales que han caracterizado su historia.
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