Fuente de la Barcaccia

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Rione III - Colonna
La Fuente de la Barcaccia, ubicada en la Plaza de España al pie de la escalinata de la Trinidad de los Montes en Roma, es una obra barroca de extraordinaria belleza e importancia histórica. Construida entre 1627 y 1629 por Pietro Bernini, con la ayuda de su famoso hijo Gian Lorenzo Bernini, la fuente representa un barco semihundido, un homenaje a la inundación del río Tíber en 1598 que habría dejado un barco justo en el lugar donde ahora se encuentra la fuente. El proyecto de la Fuente de la Barcaccia fue encargado por el Papa Urbano VIII como parte de un plan más amplio para adornar las principales plazas de Roma con fuentes monumentales, alimentadas por el agua del Acueducto Virgen, uno de los más antiguos de la ciudad. La elección de representar un barco hundido, en lugar de los tradicionales temas religiosos o mitológicos, fue una idea innovadora que aprovechó el tema de la inundación histórica para crear un símbolo duradero y reconocible de la resiliencia romana.La fuente, realizada en travertino, se caracteriza por una piscina ovalada ligeramente hundida en relación al nivel de la calle, un recurso técnico utilizado por los Bernini para compensar la baja presión del agua suministrada por el acueducto. El diseño del barco incluye proa y popa elevadas, con bordes laterales bajos que parecen hacerla flotar precariamente sobre el agua. De estas extremidades surgen chorros de agua que fluyen hacia el interior de la piscina, añadiendo un sentido de movimiento continuo y vital a la estructura.Un detalle interesante de la Fuente de la Barcaccia son los emblemas heráldicos de la familia Barberini, a la que pertenecía el Papa Urbano VIII. En la fuente aparecen el sol radiante con rostro humano y las abejas, símbolos distintivos de los Barberini, grabados respectivamente en las extremidades y los lados del barco. Estos detalles no solo celebran al comitente papal, sino que también añaden un elemento decorativo significativo y distintivo.La fuente ha sido objeto de varios trabajos de restauración a lo largo de los años, en parte debido a su ubicación en una de las zonas más concurridas de Roma, lo que la hace vulnerable a los daños causados por turistas y actos vandálicos. Notoriamente, en 2007 y 2015, la fuente fue dañada respectivamente por vándalos armados con destornilladores y por hooligans holandeses, eventos que llevaron a necesarias y costosas obras de restauración.Otro aspecto fascinante relacionado con la Fuente de la Barcaccia es su impacto en la cultura y la literatura. Por ejemplo, el poeta inglés John Keats, que vivió cerca de la fuente durante los últimos meses de su vida, encontró consuelo en el sonido del agua que brotaba de la fuente, mencionándola en sus cartas como un símbolo de paz y tranquilidad.
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