Fuente del Gigante
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La Fuente del Gigante, también conocida como Fuente dell’Immacolatella, es una obra monumental del siglo XVII ubicada en Nápoles, cerca del Castel dell’Ovo, en el pintoresco paseo de via Partenope. Esta fuente es un ejemplo representativo del arte manierista, con un diseño articulado a través de tres arcos redondos, decorados con símbolos heráldicos y criaturas marinas.
La fuente fue originalmente encargada por el virrey español Antonio Álvarez de Toledo, V duque de Alba, y diseñada por los renombrados artistas florentinos Pietro Bernini y Michelangelo Naccherino. Inicialmente, la fuente se encontraba junto al Palacio Real de Nápoles, en el Largo di Palazzo, la actual Piazza del Plebiscito, cerca de una colosal estatua antigua que le dio el nombre de “Gigante”. La estatua, una representación colosal basada en un busto romano de Júpiter, estaba ubicada al principio de la calle que conducía desde la plaza hasta el mar, y junto con la fuente se convirtió en sujeto de varias obras pictóricas de los siglos XVII y XVIII.
A lo largo de los siglos, la fuente ha sufrido numerosos traslados. En 1815, fue desmontada de su lugar original durante los trabajos de restauración de la estatua del Gigante, y las piedras fueron conservadas hasta 1882, cuando la fuente fue reensamblada cerca del Palazzo dell’Immacolatella, de donde toma uno de sus nombres. Sin embargo, solo unos años después, en 1886, fue nuevamente trasladada a Villa del Popolo, un área que pronto se deterioró, rodeada de almacenes portuarios.
La ubicación actual y más adecuada de la Fuente del Gigante data de 1906, cuando fue trasladada al fascinante paseo marítimo de via Partenope. Aquí, la fuente ofrece una vista impresionante del Golfo de Nápoles, en una posición que celebra plenamente su belleza arquitectónica e histórica. La estructura está compuesta por tres grandes arcos decorados, en cuyo centro se encuentra una copa sostenida por dos animales marinos. Las otras dos arcadas laterales albergan estatuas de divinidades fluviales que sostienen dos monstruos marinos, y en los extremos se encuentran estatuas de cariátides que sostienen cornucopias.
La fuente refleja el profundo vínculo de Nápoles con el mar, un tema recurrente en su iconografía. Este elemento marino no es solo decorativo sino simbólico, representando la historia y la cultura marítima de la ciudad. Con el paso de los años, la Fuente del Gigante se ha convertido en un símbolo de orgullo cívico y un ejemplo de cómo el arte público puede encarnar la identidad y la resiliencia de una ciudad.
Entre las curiosidades relacionadas con la fuente, se cuenta que su diseño inspiró a Manfredo Manfredi en la creación del arco del Carosello, famoso programa de televisión de la RAI emitido entre 1957 y 1977. Este anécdota destaca la influencia duradera que la Fuente del Gigante ha tenido en la cultura italiana, así como en el paisaje urbano de Nápoles.
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