Gran mercado cubierto
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El Gran Mercado Cubierto de Budapest, también conocido como Nagyvásárcsarnok o Vásárcsarnok, es uno de los lugares más icónicos de la capital húngara. Situado en el corazón de la ciudad, en el lado de Pest del Puente de la Libertad, el mercado es un testimonio vivo de la historia y la arquitectura de Budapest.
Inaugurado en 1897, el proyecto del mercado fue encargado al arquitecto Samu Pecz. El edificio, con su imponente estructura de hierro y el techo revestido de tejas de colores de Zsolnay, era considerado en ese momento una de las construcciones más modernas de su tipo, gracias a innovaciones como la iluminación eléctrica y sistemas de refrigeración avanzados. El mercado se extiende sobre una superficie de aproximadamente 10.000 metros cuadrados e incluye tres pisos de puestos y tiendas que ofrecen una amplia gama de productos, desde alimentos hasta souvenirs.
El mercado fue fuertemente impulsado por el primer alcalde de Budapest, Károly Kamermayer, para mejorar el suministro de alimentos a la creciente población. Desde el principio, el mercado albergaba una variedad de vendedores, desde carniceros hasta fruteros, con alquileres de puestos que variaban según el tipo de mercancía vendida. Por ejemplo, los vendedores de pescado y carne pagaban alquileres más altos por el uso de vitrinas refrigeradas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el mercado sufrió graves daños debido a los bombardeos. Aunque fue reconstruido en la década de 1950, el deterioro de la estructura llevó a un cierre temporal en la década de 1990. Una completa renovación, completada en 1994, devolvió al mercado su antiguo esplendor, y en 1999 el edificio recibió el prestigioso FIABCI Prix d’Excellence por su arquitectura.
La estructura del mercado está dividida en tres niveles distintos. En la planta baja, los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de productos alimenticios frescos, como frutas, verduras, carne, quesos y, por supuesto, la famosa paprika húngara. El piso superior está dedicado a restaurantes y tiendas de souvenirs, donde se pueden degustar platos típicos como el langos, una especie de torta salada, acompañada de cerveza local. En el sótano, se encuentran un supermercado, una pescadería y puestos que venden encurtidos tradicionales como pepinillos, coliflores, coles, remolachas y tomates.
Una característica única del mercado era la presencia de una breve conexión ferroviaria que lo unía a la orilla del Danubio, permitiendo el transporte diario de productos frescos directamente desde los barcos. Aunque hoy en día el canal ya no existe, el mercado sigue siendo un centro vibrante de actividades comerciales y culturales.
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