Iglesia de San Carlino alle Quattro Fontane

La Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, también conocida como San Carlino, es una de las obras maestras de la arquitectura barroca en Roma. Diseñada por Francesco Borromini y construida entre 1638 y 1641, la iglesia está ubicada en la esquina entre la via del Quirinale y la via delle Quattro Fontane, cerca del Palazzo del Quirinale. La iglesia está dedicada a San Carlo Borromeo, uno de los reformadores más importantes de la Iglesia católica. La fachada de la iglesia, con sus curvas y contracurvas, es un ejemplo extraordinario de la ingeniosidad arquitectónica de Borromini. El interior de la iglesia, igualmente innovador, se caracteriza por una planta elíptica que crea un efecto de gran dinamismo y movimiento. Un elemento de particular interés es la cúpula, decorada con una serie de formas geométricas que parecen multiplicarse infinitamente, creando un efecto óptico sorprendente. Esta cúpula, con su juego de luces y sombras, es considerada una de las obras maestras del arte barroco. Una anécdota interesante es el pequeño tamaño de la iglesia, que le valió el apodo de “San Carlino alle Quattro Fontane”.