Iglesia de San Maurizio en el Monastero Maggiore
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La iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore, ubicada en Corso Magenta en Milán, es una obra maestra del Renacimiento lombardo a menudo llamada la “Capilla Sixtina de Milán”. La iglesia, parte de un antiguo complejo monástico benedictino, fue construida entre 1503 y 1518 según el diseño de Gian Giacomo Dolcebuono y Giovanni Antonio Amadeo. Este edificio es conocido por sus extraordinarios frescos, obra de Bernardino Luini y sus hijos, que decoran completamente el interior, ofreciendo una experiencia visual extraordinaria.
La iglesia está dividida en dos partes: el espacio de los fieles y el espacio de las monjas, separados por un tabique pintado. Este tabique presenta una serie de frescos de Luini que representan escenas bíblicas y santos, incluyendo la Adoración de los Magos de Antonio Campi. La parte reservada para las monjas, accesible solo visualmente a través de una reja, está decorada con igualmente bellos frescos que testimonian la importancia del convento y la devoción de la comunidad religiosa.
El ciclo de frescos de Bernardino Luini en la iglesia incluye escenas de la vida de Cristo y los santos, con un uso magistral del color y la luz que recuerda la influencia de Leonardo da Vinci, presente en Milán en ese período. Las pinturas de Luini se distinguen por su delicadeza y refinado detalle, creando una atmósfera de serenidad y espiritualidad.
Una de las capillas más destacadas de la iglesia es la Capilla de la Resurrección, pintada por los hijos de Luini, Aurelio y Giovan Pietro, con una representación vívida y dramática de la Resurrección de Cristo. Otros frescos importantes incluyen la Deposición de Cristo y la Historia de Santa Catalina de Alejandría, cuya belleza femenina se representa con una gracia y realismo extraordinarios.
El monasterio, documentado desde la época carolingia, ha tenido un papel crucial en la historia de Milán. Con la supresión del monasterio en 1798, los edificios se destinaron a diferentes usos, incluyendo una cuartel y un hospital militar. Durante los siglos XIX y XX, la iglesia sufrió numerosas restauraciones para preservar los valiosos frescos, dañados por la humedad y el descuido.
Un elemento histórico interesante es la financiación de los frescos por parte de la familia Bentivoglio, una de las familias más poderosas de Milán en ese momento. Alessandro Bentivoglio y su esposa Ippolita Sforza fueron retratados junto a los santos en varios frescos, reflejando no solo su devoción sino también su estatus social.
La fachada de la iglesia, completada en 1574 por Francesco Pirovano, es simple y sobria en comparación con la riqueza decorativa interna. Sin embargo, esta sencillez exterior contrasta eficazmente con la opulencia del interior, creando un impacto visual sorprendente para los visitantes.
Hoy en día, San Maurizio al Monastero Maggiore forma parte del recorrido museístico del Museo Arqueológico Cívico de Milán, que incluye también la cripta y otras estructuras monásticas. El museo ofrece una visión general de la historia de Milán, desde su fundación romana hasta la época medieval y renacentista, integrando la visita a la iglesia con un contexto histórico y cultural más amplio.
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