Iglesia de San Nicolás en Nilo
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La Iglesia de San Nicolás en Nilo, ubicada a lo largo del famoso decumano inferior conocido como Spaccanapoli, es una joya barroca que testimonia la compleja historia social y religiosa de Nápoles. Su fundación se remonta a mediados del siglo XVII, directamente relacionada con los eventos dramáticos de la revuelta de Masaniello en 1647. En este contexto de caos y sufrimiento, Sabato Anella, un droguero napolitano, comenzó a cuidar de los numerosos huérfanos de la ciudad, llevándolos a pedir limosna por las calles. La vista de estos niños conmovió al virrey, Conde de Onate, quien junto al marqués de Mari, decidió construir un refugio para ellos, junto al palacio donado por el propio marqués. Así nace el complejo de San Nicolás en Nilo, dedicado a San Nicolás Obispo de Mira, protector de los huérfanos y los drogueros.
La iglesia, en su forma actual, fue completada en 1705 según el diseño del arquitecto Giuseppe Lucchesi Prezzolini. Su interior, aunque de dimensiones modestas, es un ejemplo perfecto de la arquitectura barroca napolitana. La planta central está definida por ocho columnas corintias que crean un sentido de movimiento y espacialidad, mientras que las decoraciones, ricas y refinadas, realzan la luz natural que entra por las amplias ventanas laterales. Este diseño permitía a las monjas de clausura observar la vida exterior sin ser vistas, un detalle que subraya la ingeniosidad práctica de la arquitectura barroca.
Uno de los elementos más significativos de la iglesia era la pintura de Luca Giordano de 1658, que representa a San Nicolás protegiendo a los huérfanos. Esta obra maestra, que alguna vez estuvo en el altar mayor, ahora se exhibe en el Museo Cívico del Maschio Angioino, separada de su contexto original por razones no del todo claras y no compartidas por todos. Este cambio ha privado a la iglesia de una pieza fundamental de su identidad visual e histórica, a pesar de la importancia del museo que la alberga.
La fachada de la iglesia, caracterizada por una elegante escalinata de doble rampa en piperno, refleja el gusto barroco por el drama y la teatralidad. Sobre el arquitrabe de las dos tiendas laterales, epígrafes de mármol fechados en 1706 recuerdan que estos espacios no gozan de inmunidad eclesiástica, un detalle que evoca la antigua práctica de refugio en las iglesias, luego abandonada para evitar abusos por parte de criminales.
El uso de la iglesia ha cambiado a lo largo de los siglos: de refugio para huérfanos a conservatorio para niñas, y finalmente, después del terremoto de Irpinia de 1980, fue confiada a la Comunidad de Sant’Egidio. Esta transformación continua refleja las cambiantes necesidades sociales y caritativas de la ciudad, manteniendo siempre viva la función original de apoyo a los más débiles.
En el contexto urbano de Nápoles, la Iglesia de San Nicolás en Nilo representa un punto de referencia no solo por su valor artístico, sino también por su significado histórico y social. Su ubicación a lo largo de Spaccanapoli, una de las arterias más animadas y históricamente significativas de la ciudad, le otorga una visibilidad que amplifica su papel como guardiana de la memoria colectiva. La arquitectura y las obras de arte que la decoran son testimonios tangibles de la riqueza cultural y la complejidad histórica de Nápoles, una ciudad donde lo sagrado y lo profano, la belleza y la tragedia, se entrelazan en una trama indisoluble.
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