Iglesia de Santa María de los Milagros

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Cannaregio
La Iglesia de Santa Maria dei Miracoli, ubicada en el distrito de Cannaregio en Venecia, es uno de los ejemplos más refinados de la arquitectura renacentista veneciana. Esta joya arquitectónica, conocida por su elegancia y armonía, fue construida entre 1481 y 1489 según el diseño de Pietro Lombardo, uno de los arquitectos y escultores más ilustres de la época. La iglesia debe su origen a un evento milagroso. Se cuenta que en 1408, una imagen de la Virgen María pintada en una tabla de madera por Nicolò di Pietro comenzó a realizar milagros, atrayendo a un número creciente de fieles. Para custodiar y venerar adecuadamente esta sagrada imagen, se decidió construir una nueva iglesia. La familia Amadi financió el proyecto, y se encargó a Pietro Lombardo y a sus hijos, Tullio y Antonio. Exteriormente, la Iglesia de Santa Maria dei Miracoli se presenta como un ejemplo perfecto de arquitectura renacentista. La fachada, revestida de mármoles policromos, está dividida en dos órdenes horizontales por una cornisa de separación. El portal principal está coronado por un arco de medio punto, decorado con bajorrelieves de ángeles y santos. A los lados del portal, columnas corintias sostienen la cornisa, sobre la cual se abre una gran ventana termal, que ilumina el interior de la iglesia con una luz suave y cálida. El interior de la iglesia es una verdadera obra maestra de elegancia y refinamiento. La nave única está cubierta por una bóveda de cañón decorada con casetones dorados y frescos que representan figuras de profetas y sibilas. Las paredes laterales están revestidas con mármoles policromos e incrustaciones de piedras duras, creando un efecto de gran riqueza y luminosidad. Cada detalle arquitectónico y decorativo está estudiado para armonizarse con el conjunto, siguiendo los cánones del clasicismo renacentista. El presbiterio, elevado respecto al nivel de la nave, está precedido por una escalinata de mármol. Aquí se encuentra el altar mayor, coronado por la famosa imagen milagrosa de la Virgen, enmarcada por un suntuoso baldaquino de mármol. El altar es una obra de arte en sí mismo, con relieves que representan episodios de la vida de María y otras figuras sagradas. La luz que se filtra por las ventanas del presbiterio crea juegos de luces y sombras que realzan aún más la belleza de los mármoles y los frescos. Un dato interesante sobre la construcción de la iglesia es que se dice que los mármoles utilizados para revestir el edificio originalmente estaban destinados a la Basílica de San Marcos, pero fueron desviados a Santa Maria dei Miracoli por voluntad de la familia Amadi, decidida a hacer de su iglesia un monumento de extraordinaria belleza. Este episodio subraya el fuerte vínculo entre arte, religión y política en la Venecia renacentista.
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