Iglesia de Santa María Donnaregina Nuova
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La Iglesia de Santa Maria Donnaregina Nuova, ubicada en el corazón de Nápoles, es un espléndido ejemplo de arquitectura barroca. Su construcción comenzó en 1617 y se completó en 1626, según el diseño del arquitecto Giovan Giacomo Di Conforto. La iglesia fue construida para las monjas clarisas del cercano convento de Santa Maria Donnaregina Vecchia, que necesitaban un nuevo espacio de culto.
La fachada, simple y austera, está dominada por un portal de mármol de estilo renacentista, con un escudo del Orden de las Clarisas encima. El interior, en cambio, es un derroche de decoraciones barrocas, con estucos dorados, frescos y mármoles policromados que crean una atmósfera de gran solemnidad y magnificencia. La planta de la iglesia es de cruz latina, con una nave única y capillas laterales, enriquecidas con obras de arte de artistas ilustres.
Entre las obras más importantes se encuentran los frescos de Francesco Solimena, que decoran el techo de la nave y representan la Gloria de Santa Clara. Estos frescos, con sus composiciones dinámicas y colores vivos, son considerados obras maestras del barroco napolitano. En las paredes laterales se encuentran otras pinturas de Solimena, que representan episodios de la vida de San Francisco y Santa Clara.
El altar mayor, realizado por Cosimo Fanzago, es una obra de arte en mármoles policromados y bronces dorados, con una pintura central que representa la Asunción de la Virgen, atribuida a Luca Giordano. El coro de las monjas, situado detrás del altar, está decorado con sillas de madera incrustada del siglo XVII, que testimonian la habilidad de los artesanos napolitanos de la época.
La iglesia también alberga numerosos monumentos funerarios, incluidos los de las familias nobles napolitanas que contribuyeron a su construcción y mantenimiento. Entre ellos, destacan los monumentos de la familia Carafa, esculpidos por artistas como Domenico Antonio Vaccaro y Giuseppe Sanmartino.
Un elemento de gran interés es el techo de la nave, que es una verdadera obra maestra de marquetería y pintura. El techo con casetones está decorado con pinturas que representan episodios de la vida de la Virgen María y santos del Orden de las Clarisas. Estas pinturas, realizadas por artistas de la escuela napolitana del siglo XVII, son un excelente ejemplo de la riqueza decorativa del barroco napolitano.
La sacristía, también ricamente decorada, contiene un gran armario de madera incrustada, utilizado para guardar vestimentas sagradas y objetos litúrgicos. El armario está decorado con escenas de la vida de San Francisco y Santa Clara, incrustadas con gran maestría.
Junto a la iglesia, el convento de Santa Maria Donnaregina Nuova alberga hoy el Museo Diocesano de Nápoles. El museo conserva una amplia colección de obras de arte sacro, incluyendo pinturas, esculturas, mobiliario litúrgico y vestimentas sagradas, provenientes de iglesias y conventos de la diócesis. El museo ofrece a los visitantes la oportunidad de profundizar en el conocimiento del arte sacro napolitano y de admirar obras maestras que van desde la Edad Media hasta el Barroco.
La Iglesia de Santa Maria Donnaregina Nuova es un ejemplo extraordinario de cómo el arte y la arquitectura pueden expresar la espiritualidad y la devoción religiosa. Cada detalle, desde las decoraciones en estuco hasta los frescos, desde los mármoles policromados hasta las marqueterías de madera, testimonian la riqueza cultural y artística de Nápoles en el siglo XVII.
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