Jardín de las Tullerías

Europa,
Francia,
citta, París,
I arrondissement
El Jardín de las Tullerías, ubicado en el corazón de París entre el Louvre y la Place de la Concorde, es uno de los parques más antiguos y famosos de la ciudad. Su historia, impregnada de eventos políticos, artísticos y sociales, lo convierte en un lugar de extraordinario encanto e importancia. La historia del Jardín de las Tullerías comienza en 1564, cuando Catalina de Médici, viuda de Enrique II, decidió construir un nuevo palacio con jardines en un sitio que anteriormente albergaba hornos de tejas (de ahí el nombre “Tullerías”). El jardín original, diseñado por Bernard de Carnesse, era de estilo renacentista italiano, reflejando las raíces florentinas de Catalina. El proyecto de Catalina también incluía la creación de un jardín con fuentes, grutas y laberintos, destinado a evocar la magnificencia de los jardines italianos.En el siglo XVII, bajo el reinado de Luis XIV, el Jardín de las Tullerías fue transformado por el arquitecto paisajista André Le Nôtre, el mismo que diseñó los jardines de Versalles. Le Nôtre rediseñó el jardín en estilo formal francés, caracterizado por amplios paseos, parterres geométricos y perspectivas majestuosas. Sus innovaciones incluyeron la creación de una Gran Avenida, un largo paseo central que ofrecía una vista espectacular hasta la Place de la Concorde, y la introducción de espejos de agua rectangulares.El Jardín de las Tullerías pronto se convirtió en un lugar de encuentro para la aristocracia francesa y la corte real, pero también en un lugar público accesible para los parisinos. Su apertura al público marcó un importante paso hacia la democratización de los espacios verdes urbanos, convirtiendo al jardín en un punto de encuentro social y cultural.Durante la Revolución Francesa, el Jardín de las Tullerías fue escenario de eventos dramáticos. En 1792, el Palacio de las Tullerías fue asaltado por los revolucionarios, marcando el fin de la monarquía francesa. El palacio mismo, después de ser utilizado como sede del gobierno revolucionario y luego como residencia de Napoleón Bonaparte, fue finalmente destruido por un incendio durante la Comuna de París en 1871. Sin embargo, el jardín sobrevivió y continuó siendo un lugar de esparcimiento y relajación para los parisinos.En el siglo XIX, el Jardín de las Tullerías fue enriquecido aún más con la adición de esculturas y monumentos. Entre ellas, la estatua de Mercurio de Jean-Baptiste Pigalle y la de Perseo y Andrómeda de Pierre Puget, que añadieron un toque de clasicismo al paisaje. Además, el jardín se convirtió en un punto focal para eventos públicos y fiestas nacionales, consolidando su papel como espacio público central en la vida parisina.Desde el punto de vista artístico, el Jardín de las Tullerías siempre ha tenido un papel destacado. Alberga dos importantes museos: el Musée de l’Orangerie, famoso por las grandes ninfas de Claude Monet, y el Jeu de Paume, un centro de arte contemporáneo. Estos museos, ubicados en los extremos del jardín, ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar tanto el arte clásico como el moderno, enriqueciendo la experiencia cultural del parque.Uno de los anécdotas más fascinantes relacionadas con el Jardín de las Tullerías es el gran espejo de agua central, conocido como el Grand Bassin. En el pasado, este estanque era utilizado por los parisinos para hacer flotar modelos de barcos, una tradición que continúa hasta hoy, atrayendo a niños y adultos. Esta actividad recreativa, simple pero fascinante, es un ejemplo de cómo el jardín ha sabido mantener su encanto a lo largo de los siglos, siendo un lugar de esparcimiento y alegría para generaciones de parisinos.
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