Jardín de los Naranjos (Parque Savello)

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El Jardín de los Naranjos, también conocido como Parco Savello, es uno de los lugares más sugestivos de Roma, situado en la cima del Aventino. Este espacio verde ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad, convirtiéndolo en una parada obligatoria para turistas y romanos en busca de tranquilidad y belleza. La historia del Jardín de los Naranjos se remonta al siglo XIII, cuando la poderosa familia Savelli construyó una fortaleza sobre los restos de un castillo del siglo X que pertenecía a la familia Crescenzi. La fortaleza de los Savelli, con sus gruesos muros, fue un importante baluarte defensivo durante las luchas civiles de la Roma medieval. Sin embargo, en el siglo XVIII, la estructura cayó en desuso y fue en gran parte demolida. El jardín en su forma actual fue diseñado en 1932 por el arquitecto Raffaele De Vico, conocido por su trabajo en la creación de espacios verdes públicos en Roma. El objetivo era crear un nuevo mirador que ofreciera al público una vista panorámica similar a la del Gianicolo y del Pincio. De Vico diseñó un jardín simétrico con un paseo central que conduce a una terraza panorámica, desde la cual se pueden admirar monumentos icónicos como la cúpula de San Pedro, el río Tíber y el barrio de Trastevere. El nombre “Jardín de los Naranjos” proviene de los árboles de naranjo amargo (Citrus aurantium) plantados en el parque. Estos árboles, que añaden un toque de color y una fragancia cítrica al ambiente, están vinculados a una leyenda según la cual San Domenico habría plantado el primer naranjo traído de España en el cercano monasterio de Santa Sabina. Se dice que Santa Catalina de Siena recogía las naranjas de este árbol para hacer fruta confitada para regalar al Papa Urbano VI. En la entrada del jardín, en la Piazza Pietro D’Illiria, se encuentra una fuente compuesta por una piscina termal romana y una monumental máscara de mármol esculpida por Giacomo della Porta en 1593. Esta máscara ha tenido una historia movida, pasando por varios lugares de la ciudad antes de encontrar su ubicación definitiva en la entrada del Jardín de los Naranjos. Caminando por el jardín, se puede admirar la antigua ábside de la Basílica de Santa Sabina y los restos de las murallas de la fortaleza Savelli. La disposición geométrica de los senderos y la variedad de especies vegetales, incluyendo cipreses y pinos, crean un ambiente armonioso y relajante. El paseo principal, dedicado al actor Nino Manfredi, conduce a la terraza panorámica, un punto de observación privilegiado para disfrutar de la vista de Roma.
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