Monumento de Filopapo

Europa,
Grecia,
Atenas,
Koukaki
El Monumento a Filopappo, ubicado en la colina del mismo nombre, es uno de los monumentos más fascinantes y menos conocidos de la antigua Atenas. Construido entre el 114 y el 116 d.C., este mausoleo monumental está dedicado a Gayo Julio Antioco Epífanes Filopappo, un influyente príncipe del Reino de Comagene, que después de la caída de su reino se trasladó a Roma y se convirtió en un importante senador bajo los imperios de Trajano y Adriano. La elección de erigir un monumento tan imponente en honor a Filopappo refleja no solo su estatus y riqueza, sino también su estrecha conexión con Atenas, una ciudad que adoptó y amó profundamente. Filopappo, nacido alrededor del 65 d.C., pertenecía a una dinastía real con raíces mixtas griegas y persas. Después de que su reino fuera anexado al Imperio Romano, se trasladó a Roma, donde construyó una brillante carrera política. Fue elegido cónsul y sirvió como arconte eponímico en Atenas, un honor reservado a pocos no atenienses. Su filantropía y mecenazgo le valieron gran respeto y afecto por parte de los atenienses, quienes quisieron conmemorarlo con este espléndido monumento después de su muerte en el 116 d.C.El Monumento a Filopappo se alza en la cima de la colina de las Musas, al suroeste de la Acrópolis, y ofrece una vista panorámica impresionante de Atenas. La estructura es un excelente ejemplo de arquitectura funeraria romana, con influencias griegas visibles en los detalles artísticos. El monumento consta de una base rectangular, sobre la cual se erige una fachada adornada con relieves esculpidos y estatuas que celebran la figura de Filopappo y sus antepasados.La fachada principal está dividida en dos registros. En el registro superior, una estatua de Filopappo sentado en una cuádriga (carro de guerra tirado por cuatro caballos) simboliza su posición elevada y su prestigio. Junto a él, figuras alegóricas esculpidas representan las virtudes y cualidades que se le atribuían. El registro inferior presenta relieves de sus antepasados, incluidos el rey Antioco IV de Comagene y su abuelo Antioco III, subrayando la importancia de su descendencia real y su vínculo con la dinastía de los Seleúcidas.Una inscripción bilingüe en griego y latín celebra sus hazañas y títulos, atestiguando su papel como puente cultural entre el mundo griego y romano. Este detalle refleja no solo el cosmopolitismo de Filopappo, sino también la cultura sincrética del período romano, donde las identidades culturales se mezclaban e influenciaban mutuamente.La colina en la que se encuentra el monumento es en sí misma un sitio de gran importancia histórica y cultural. Conocida como la colina de las Musas, ha sido un lugar de inspiración para poetas y artistas desde la antigüedad. Durante el período clásico, la colina albergaba las asambleas políticas de la Pnix, donde los ciudadanos atenienses se reunían para discutir y decidir asuntos públicos. Esta cercanía al corazón de la vida política ateniense añade un significado adicional al monumento, situándolo en un contexto de gran importancia histórica y simbólica.Un dato interesante es el proceso de restauración del monumento en el siglo XIX. Durante el período de independencia griega, Atenas estaba redescubriendo y restaurando muchos de sus antiguos monumentos. Sin embargo, el Monumento a Filopappo estaba en estado de abandono y fue blanco de saqueadores y coleccionistas de antigüedades. Fue gracias a los esfuerzos de arqueólogos alemanes, en particular del arqueólogo Ludwig Ross, que el monumento fue redescubierto y restaurado. Ross, apasionado de la arqueología y la cultura griega, se dedicó con gran energía a su conservación, salvando esta pieza fundamental del patrimonio ateniense.
Leer más