Museo Arqueológico de Sevilla
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El Museo Arqueológico de Sevilla es uno de los museos arqueológicos más importantes de España, ubicado en el Parque de María Luisa, en un edificio neorrenacentista diseñado por el arquitecto Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929. Este museo alberga una amplia colección de artefactos que abarcan desde la prehistoria hasta la época medieval, con especial atención a las civilizaciones que habitaron Andalucía.
La historia del museo comienza en el siglo XIX, cuando las primeras colecciones arqueológicas de la ciudad se recopilaron por primera vez en el Convento de la Merced. Con el tiempo y el crecimiento de las colecciones, se hizo necesaria la construcción de una nueva sede más adecuada. Así, en 1941, el museo fue trasladado a su ubicación actual, el elegante pabellón diseñado por González, que combina elementos clásicos y renacentistas con un estilo andaluz, creando un ambiente sugerente y apropiado para la exposición de antigüedades.
El museo se divide en tres plantas, cada una dedicada a diferentes épocas históricas y áreas temáticas. En la planta baja, la sección dedicada a la prehistoria y la protohistoria ofrece una visión general de las primeras poblaciones que habitaron Andalucía, con artefactos que se remontan al Paleolítico. Entre las piezas más importantes se encuentran herramientas de piedra, cerámicas y objetos de uso cotidiano que testimonian la vida de estas antiguas comunidades.
La sección romana es sin duda una de las más fascinantes del museo. Recoge una extraordinaria colección de artefactos procedentes de la ciudad romana de Itálica, fundada en el 206 a.C. y situada a pocos kilómetros de Sevilla. Itálica es famosa por ser el lugar de nacimiento de los emperadores Trajano y Adriano. Entre los tesoros expuestos destacan magníficos mosaicos, estatuas de mármol y bronce, objetos de uso cotidiano y monedas que ilustran la vida y la cultura de la época romana. Especialmente notables son las estatuas de Trajano y Adriano, representadas con una precisión y realismo que testimonian el alto nivel alcanzado por los escultores romanos.
En el primer piso, la colección medieval ofrece una mirada detallada al período visigodo y al islámico. Durante la época visigoda, Sevilla fue un importante centro político y religioso, como lo demuestran los numerosos objetos de arte sacro y joyas expuestas. Con la llegada de los árabes en el 711 d.C., la ciudad se convirtió en un próspero centro cultural y comercial bajo el Califato de Córdoba. Los artefactos de este período incluyen cerámicas finamente decoradas, inscripciones en árabe y objetos de metal trabajado, que reflejan el alto nivel de artesanía alcanzado durante la época islámica.
Otra sección de gran interés es la dedicada a la época moderna, que explora la historia de Sevilla desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Aquí se pueden admirar objetos que cuentan la historia de la ciudad durante el período de la Reconquista, así como artefactos que ilustran la vida cotidiana y las transformaciones urbanas de Sevilla en los siglos posteriores. Esta sección también ofrece una visión de la vida social, política y religiosa de la ciudad, a través de la exposición de documentos, pinturas y objetos de arte. Una de las anécdotas más interesantes relacionadas con el museo es el descubrimiento del Tesoro del Carambolo en 1958. Este extraordinario conjunto de joyas de oro y plata, que data del siglo VII a.C., fue descubierto casualmente durante las obras de excavación para la construcción de una cisterna. El tesoro, atribuido a la cultura tartésica, es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de España y ofrece una valiosa visión de la riqueza y habilidad artesanal de esta antigua civilización.
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