Museo de Cerámica La Rajoleta
Europa,
España,
Barcelona,
Montjuïc
El Museu de Ceràmica de Barcelona, fundado en 1966, es una institución que ha desempeñado un papel fundamental en la preservación y promoción del arte cerámico español e internacional. Originalmente ubicado en el Palau de Pedralbes, el museo cerró sus puertas en 2013 para trasladar sus colecciones a la nueva sede del Museu del Disseny de Barcelona, inaugurado en 2014.
La colección del Museu de Ceràmica abarca un amplio período de tiempo, desde la Edad Media hasta el siglo XX, y ofrece una visión completa de la evolución de la cerámica en España y más allá. Una de las secciones más importantes de la colección es la dedicada a la cerámica española, dividida en varias subsecciones por región y período histórico. La cerámica de al-Ándalus, que data de los siglos X-XV, es especialmente relevante por sus avanzadas técnicas decorativas, como el uso de óxidos metálicos y la técnica de la cuerda seca. El período mudéjar, que va del siglo XV al XVI, se caracteriza por decoraciones intrincadas y simétricas que combinan influencias cristianas e islámicas.
La cerámica valenciana es otra parte significativa de la colección, con piezas procedentes de los centros de producción de Paterna y Manises. Estos lugares son conocidos por su cerámica esmaltada y platos policromados con reflejos metálicos, que alcanzaron su apogeo entre los siglos XIII y XIX. La cerámica aragonesa, con sus famosas piezas verdes y marrones de Teruel, también está bien representada.
Además de la cerámica española, el museo alberga una amplia gama de cerámicas de otras partes del mundo, ofreciendo una visión global de esta antigua arte. La colección contemporánea incluye obras de artistas modernos que han reinterpretado las técnicas tradicionales de manera innovadora, mostrando cómo la cerámica sigue siendo una forma de arte vital y en evolución.
El edificio que albergaba el museo, el Palau de Pedralbes, es en sí mismo una obra maestra arquitectónica. Construido entre 1922 y 1924, fue originalmente una residencia real y representa un ejemplo significativo de la arquitectura neoclásica catalana. Los jardines del palacio, diseñados por Nicolau Maria Rubió i Tudurí, son un oasis de tranquilidad que refleja la elegancia y majestuosidad del edificio.
La decisión de trasladar el Museu de Ceràmica al nuevo edificio del Museu del Disseny en Plaça de les Glòries fue parte de un proyecto más amplio de reurbanización urbana y cultural. Este nuevo complejo museístico reúne bajo un mismo techo las colecciones de cuatro museos anteriores: el Museo de la Cerámica, el Museo de las Artes Decorativas, el Museo del Textil y la Indumentaria y el Gabinete de las Artes Gráficas. Esta unificación ha permitido crear un centro cultural polifuncional dedicado al diseño y las artes aplicadas, que ofrece a los visitantes una visión integrada y multidisciplinaria de las artes decorativas.
Una anécdota interesante sobre el Museo de la Cerámica es la “Chocolatada”, un panel de cerámica de 1710 que representa una escena festiva de personas disfrutando de un chocolate caliente. Esta obra, realizada en Barcelona, es un ejemplo excepcional de cerámica decorativa que combina arte y vida cotidiana, ofreciendo una visión de la cultura y costumbres sociales de la época.
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