Museo Geelvinck-Hinlopen
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El Museum Geelvinck-Hinlopen, situado en Ámsterdam, es un fascinante testimonio de la vida opulenta de los comerciantes de los siglos XVII y XVIII. El museo está alojado en la histórica Villa Geelvinck, construida en 1687 para Albert Geelvinck y su esposa Sara Hinlopen, ambos miembros de familias influyentes involucradas en el comercio con las Compañías de las Indias Orientales y Occidentales.
La villa fue diseñada para mostrar la riqueza y el prestigio de la familia Geelvinck, con una serie de habitaciones bellamente decoradas y un jardín al estilo italiano que reflejaba los gustos y las modas de la época. La entrada al museo se realiza a través del antiguo cobertizo para carruajes en Keizersgracht, desde donde se accede a un jardín que conduce al edificio principal. Este jardín, cuidado con gran atención, presenta una cascada de rosas en verano y vivos colores otoñales, creando un ambiente encantador que introduce a los visitantes a la magnificencia del palacio.
El piso principal de la villa incluye cuatro salas históricas, cada una amueblada en estilos que van desde el Rococó hasta el Neoclásico, mostrando muebles originales, pinturas, tapices y otros objetos de arte de la época. La Sala Roja, decorada en estilo Rococó, presenta espejos fijos y un techo alto, adornado con pinturas de artistas como Gillis d’Hondecoeter y Daniel Seghers. La Sala Azul, en cambio, está decorada en estilo Neoclásico con paneles de papel pintado por Egbert van Drielst, que representan paisajes románticos inspirados en Jacob van Ruisdael.
La Biblioteca es otra joya del museo, con techos magníficamente decorados y una colección de libros antiguos que refleja los intereses culturales e intelectuales de la familia Geelvinck. Los sillones de cuero y el mobiliario de madera oscura crean una atmósfera de refinada elegancia.
Uno de los ambientes más fascinantes del museo es la Sala China, decorada con paneles de seda pintados con motivos florales y escenas orientales. Esta sala, probablemente utilizada por Sara Hinlopen para recibir a las invitadas para el té, representa el gusto por el exotismo y la sofisticación que caracterizaba a la aristocracia de la época. Un anécdota interesante se refiere a la restauración de la villa, durante la cual se descubrieron numerosos detalles arquitectónicos ocultos bajo capas de pintura y yeso. Estas restauraciones permitieron sacar a la luz la belleza original de las decoraciones y frescos, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica e inmersiva.
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