Museo Nacional de Arte Antiguo

Europa,
Portugal,
citta,
Lapa
El Museo Nacional de Arte Antiguo, ubicado en Lisboa, es uno de los museos más importantes de Portugal y un tesoro del arte europeo y portugués. Fundado en 1884, el museo se encuentra en el Palácio de Alvor-Pombal, un elegante palacio del siglo XVII que, con sus magníficos jardines y vistas al río Tajo, ofrece un entorno perfecto para una colección de tal importancia. Las raíces del museo se remontan a la necesidad de preservar y valorar el patrimonio artístico portugués. Su colección se ha enriquecido con el tiempo a través de adquisiciones, donaciones y legados, reuniendo obras maestras que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XIX. La colección permanente se divide en varias secciones que incluyen pintura, escultura, artes decorativas y dibujos, cada una de las cuales cuenta una parte significativa de la historia del arte. Entre las piezas más famosas de la colección del museo destaca el “Tríptico de las Tentaciones de San Antonio” de Hieronymus Bosch. Esta extraordinaria obra, realizada en el siglo XV, es un ejemplo perfecto del imaginario fantástico e inquietante del artista holandés. El tríptico, con sus complejas escenas de tentaciones y visiones infernales, sigue maravillando a los visitantes, ofreciendo una fascinante mirada a la iconografía religiosa y la alegoría moral de la época. Otra obra de gran relevancia es la “Virgen con el Niño” de Hans Holbein el Joven. Este cuadro, conocido por su precisión y atención al detalle, representa uno de los momentos más altos del Renacimiento alemán y testimonia la habilidad del pintor para retratar la sacralidad y humanidad de los sujetos religiosos. Las expresiones delicadas y la representación realista de las figuras hacen de esta pintura una obra maestra imperdible. La colección del museo también cuenta con una notable serie de obras de la escuela portuguesa. Entre ellas, destacan las pinturas de Nuno Gonçalves, autor del famoso “Políptico de San Vicente”, considerado una de las obras maestras de la pintura portuguesa del siglo XV. Las escenas representadas en el políptico ofrecen un valioso testimonio de la vida y la sociedad de Portugal medieval, destacando la maestría técnica y el análisis psicológico de los personajes retratados. El museo es también conocido por su rica colección de artes decorativas, que incluye muebles, cerámica, platería y tapices. Un ejemplo particularmente significativo es la colección de tapices flamencos del siglo XVI, que representan episodios históricos y mitológicos con una extraordinaria finura de detalles y una vibrante gama cromática. Estos tapices, originalmente encargados para decorar palacios nobles, se conservan con cuidado y son un testimonio de la alta calidad artística y técnica alcanzada en esa época. La colección de platería es otra joya del museo, con piezas que van desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Entre ellas destacan obras de maestros plateros portugueses y extranjeros, que demuestran la alta calidad del arte orfebre portugués y la influencia de los contactos internacionales. La “Cruz de D. Sancho I”, una cruz procesional del siglo XII, es uno de los ejemplos más antiguos y valiosos de la colección, y representa una verdadera obra maestra de la orfebrería medieval. Una anécdota interesante se refiere a una obra específica del museo: “San Jerónimo en su estudio” de Albrecht Dürer. Este cuadro, realizado en 1521, fue adquirido por el museo en 1912 gracias a una colecta popular. La compra de esta obra generó un gran entusiasmo en el público y contribuyó a consolidar el prestigio del museo como una institución cultural de importancia nacional. La sección de escultura del museo incluye obras que van desde la antigüedad clásica hasta el Barroco. Entre ellas, las esculturas renacentistas en madera policromada ocupan un lugar destacado, con obras como la “Virgen con el Niño” de Gil Eanes, que reflejan la devoción religiosa y la maestría técnica de los artistas de la época. Situado en la Rua das Janelas Verdes, el Museo Nacional de Arte Antiguo es fácilmente accesible en transporte público y es una parada obligatoria para quienes visitan Lisboa. Su ubicación privilegiada, cerca del río Tajo, y la belleza arquitectónica del palacio que lo alberga, añaden un encanto adicional a este extraordinario museo.
Leer más