Museo Nacional Eugène Delacroix
Europa,
Francia,
citta, París,
VI arrondissement
El Musée National Eugène Delacroix es una fascinante institución dedicada a la memoria de uno de los más grandes artistas del siglo XIX, Eugène Delacroix. Ubicado en el 6 de la rue de Furstenberg, en el corazón del pintoresco barrio de Saint-Germain-des-Prés en París, el museo ocupa el último apartamento y estudio donde Delacroix vivió y trabajó hasta su muerte en 1863.
El museo fue fundado en 1932 gracias a la iniciativa de artistas ilustres como Maurice Denis y Paul Signac, miembros de la Société des Amis d’Eugène Delacroix, quienes quisieron preservar y honrar el legado del maestro romántico. En 2004, el museo se afilió al Louvre, fortaleciendo así su papel como guardián de un patrimonio artístico incalculable.
El edificio en sí es un refugio tranquilo, lejos del bullicio de la ciudad. Entrar en el Musée Delacroix significa sumergirse en la intimidad del artista, explorando los espacios donde creaba sus obras. El jardín, un oasis de paz, ofrece una vista impresionante de la fachada del estudio que Delacroix había decorado personalmente según sus gustos.
La colección del museo incluye alrededor de 1,300 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, manuscritos y objetos personales. Estas piezas trazan un recorrido a través de la carrera polifacética de Delacroix, que no solo fue pintor, sino también escultor, dibujante y escritor. Entre las obras maestras expuestas se encuentran “María Magdalena en el desierto”, un cuadro muy admirado por Charles Baudelaire, “La Educación de la Virgen”, “Romeo y Julieta” y el fresco “Baco con un tigre”.
Delacroix fue un artista profundamente influenciado por la literatura y sus viajes. Sus obras reflejan la inspiración tomada de grandes autores como Shakespeare, Goethe y Byron. Su viaje a Marruecos en 1832 dejó una huella indeleble en su arte, llevándolo a crear una serie de obras vibrantes que capturan la esencia exótica y cromática del mundo árabe. El museo exhibe una colección excepcional de objetos que el artista trajo consigo de ese viaje, enriqueciendo aún más la comprensión de su creatividad.
La exposición se enriquece con obras de artistas que fueron influenciados o que conocieron a Delacroix, como Théodore Géricault, Théodore Chassériau, Édouard Manet y Henri Fantin-Latour. Estas contribuciones destacan el enorme impacto que Delacroix tuvo en la escena artística de su tiempo y más allá.
Además de la colección permanente, el Musée Delacroix organiza exposiciones temporales que exploran varios aspectos del arte y del contexto histórico de Delacroix. Estas exposiciones ofrecen nuevas perspectivas sobre la obra del artista y el período romántico, involucrando al público en un diálogo continuo con la historia del arte.
Un aspecto fascinante del Musée Delacroix es su función como lugar de reflexión y estudio. La biblioteca del museo conserva numerosos manuscritos y documentos que testimonian la vasta producción literaria de Delacroix. Estos escritos, publicados póstumamente, ofrecen una mirada privilegiada a la mente creativa del artista y a su proceso de trabajo.
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