Museo Rodin
Europa,
Francia,
citta, París,
VII arrondissement
El Museo Rodin, ubicado en el elegante Hôtel Biron en el 77 de la rue de Varenne, es uno de los museos más fascinantes de París. Este espléndido edificio rococó del siglo XVIII, rodeado de un encantador jardín a la francesa, ofrece un marco ideal para las obras del gran escultor francés Auguste Rodin. El museo, inaugurado en 1919, es el resultado de la donación que el propio Rodin hizo al Estado francés en 1916, que incluía no solo sus esculturas, sino también sus dibujos, fotografías, cartas y una colección de antigüedades.
Rodin descubrió el Hôtel Biron en 1908, cuando el edificio estaba en estado de abandono. Fascinado por su belleza, comenzó alquilando algunas habitaciones en la planta baja para luego ocupar todo el edificio a partir de 1911. El museo alberga hoy la colección más grande de obras de Rodin, incluyendo obras maestras como “El Pensador”, “El Beso”, “Los Burgueses de Calais” y “La Puerta del Infierno”. Estas obras se exhiben de manera que se beneficien de la luz natural que filtra a través de las grandes ventanas, creando juegos de luz que cambian con las estaciones y las horas del día.
La visita al museo comienza en la Sala Cantor, caracterizada por una monumental escalinata, y se desarrolla a través de dieciocho salas que ilustran la evolución artística de Rodin. Cada sala está dedicada a un aspecto diferente de su trabajo, desde sus primeros años de carrera hasta sus últimas obras maestras. En estas salas, los visitantes pueden admirar bocetos en arcilla, modelos en yeso y esculturas en bronce y mármol que testimonian el proceso creativo del artista. Entre las obras expuestas, “La Edad de Bronce” ocupa un lugar destacado en una sala redonda, mientras que “El Beso”, con su sensualidad, es una de las piezas más admiradas por los visitantes.
El museo también dedica una sala a las obras de Camille Claudel, talentosa escultora y alumna de Rodin, con quien tuvo una intensa relación artística y personal. Sus esculturas, expuestas en la sala 16, destacan la importancia de su vínculo y su influencia mutua.
Además de las obras de Rodin, el museo conserva una amplia colección de antigüedades recopiladas por el propio artista, que testimonian su amor por el arte clásico y su búsqueda de inspiración en las obras maestras del pasado. Estas piezas se exhiben junto a sus esculturas, creando un diálogo entre lo antiguo y lo moderno que enriquece la experiencia de los visitantes.
El jardín del Museo Rodin es otra joya del museo. Extendido en tres hectáreas, está salpicado por algunas de las esculturas más famosas de Rodin, como “El Pensador” y “La Puerta del Infierno”. Este espacio verde, con sus parterres floridos, árboles centenarios y avenidas sombreadas, ofrece un oasis de paz en el corazón de París, donde los visitantes pueden pasear y reflexionar sobre las obras de arte inmersas en la naturaleza.
La biblioteca del museo es un recurso importante para académicos y amantes del arte. Recopila una amplia documentación sobre la vida y obra de Rodin, incluyendo cartas, manuscritos, recortes de periódico y una colección de libros y revistas de época. Este patrimonio documental ofrece una valiosa contribución a la comprensión del contexto histórico, social y artístico en el que trabajó Rodin.
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