Palacio Altoviti o Visacci

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El Palazzo dei Visacci, también conocido como Palazzo Valori-Altoviti, es un edificio histórico ubicado en Borgo degli Albizi en Florencia, caracterizado por una fachada única decorada con bustos de hombres ilustres de la historia florentina. Su construcción se remonta al siglo XV, pero el palacio adquirió su forma actual en el siglo XVI gracias a Baccio Valori el Joven, quien amplió la estructura y encargó la decoración de la fachada con quince hermas que representan figuras destacadas de la cultura florentina, incluyendo a Dante Alighieri, Leonardo da Vinci y Amerigo Vespucci. Esta elección reflejaba el gusto erudito y humanista de Valori, quien quiso celebrar la gran tradición intelectual de Florencia. El palacio fue originalmente formado por la fusión de varias casas medievales, incluida la residencia de Rinaldo degli Albizi. Después del exilio de los Albizi, el palacio pasó a la familia Valori. Durante el período de Cosimo I de’ Medici, el palacio estuvo en riesgo de ser confiscado debido a la participación de Baccio Valori en la batalla de Montemurlo contra los Medici, pero fue perdonado porque la propiedad había pasado como dote a una Valori casada con un Alessandri. El aspecto actual de la fachada se le dio a finales del siglo XVI, cuando Baccio Valori el Joven, convertido en senador bajo Ferdinando I de’ Medici, encargó al arquitecto y escultor Giovanni Battista Caccini que la rediseñara. Caccini creó un programa iconográfico con la intención de exaltar a las figuras florentinas que habían contribuido a las artes y las ciencias. La fachada presenta cinco bustos en los pisos inferiores, cada uno acompañado de una inscripción que describe brevemente sus méritos: Accursio, jurista de 1227; Pietro Torrigiano, monje y glosador de 1290; Marsilio Ficino, filósofo de 1480; Donato Acciaiuoli, matemático de 1470; y Piero Vettori, filósofo de 1560. En los pisos superiores se encuentran otras figuras ilustres, incluyendo a Giovanni Boccaccio, Francesco Petrarca y Luigi Alamanni. El apodo “Palazzo dei Visacci” proviene precisamente de los rostros austeros y severos de los bustos que adornan la fachada, los cuales, aunque no siempre fueron realizados con gran habilidad, le confieren al palacio un aspecto imponente y solemne. Sobre la entrada principal se encuentra un busto de Cosimo I de’ Medici, también obra de Caccini, que testimonia el vínculo entre los Valori y la casa de los Medici. En el interior, el palacio presenta una serie de decoraciones barrocas añadidas en el siglo XVIII por los Guicciardini, quienes lo heredaron en 1687. Estas intervenciones incluyen la Galleria coperta, decorada con estucos y frescos que celebran la apoteosis de la casa Guicciardini. Los estucos fueron realizados por Giovanni Martino Portogalli, mientras que las pinturas de figuras son obra de Matteo Bonechi. Otros artistas involucrados fueron Giuseppe Tonelli y Stefano Papi, quienes contribuyeron con las cuadraturas. El Palazzo dei Visacci ha tenido varios usos a lo largo del tiempo. En el siglo XX, se convirtió en la sede de la Masonería florentina del Grande Oriente d’Italia, que ocupa el piso noble desde 1978. La fachada fue restaurada en 1936 y nuevamente en 1989-1990, mientras que la Galleria fue restaurada entre 1987 y 1988. Un elemento significativo del palacio es la placa colocada en la fachada que recuerda un milagro atribuido a San Zanobi, quien supuestamente resucitó a un niño en ese lugar en el siglo IV. Este episodio, celebrado en numerosas obras de arte, subraya la importancia religiosa e histórica del sitio.
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