Palacio Caracciolo di Avellino
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El Palazzo Caracciolo di Avellino es un edificio histórico situado en el corazón de Nápoles, precisamente en largo Proprio d’Avellino, cerca de la via dell’Anticaglia. Este palacio, que data del final del siglo XIV, fue una importante residencia aristocrática y ha sido testigo de siglos de historia, transformaciones arquitectónicas y cambios culturales entre sus muros.
Originalmente construido por la familia Gambacorta y posteriormente adaptado por el arquitecto Giacomo de Santis para convertirse en la residencia de la familia Caracciolo, una de las familias nobles más influyentes del Reino de Nápoles. La estructura ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de los siglos, siendo la más significativa en 1612, cuando se amplió y se construyó la gran escalera abierta en el patio original, dándole el aspecto monumental que aún podemos admirar hoy.
Uno de los elementos arquitectónicos más fascinantes del palacio es el patio interior, rodeado por un pórtico de dos órdenes. Este espacio, caracterizado por elegantes arcadas y un suelo de guijarros dispuestos en mosaico, es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura renacentista se integraba con el emergente gusto barroco de la época. El patio representa el corazón del palacio, un lugar de encuentro y representación, donde se llevaban a cabo las principales actividades sociales de la familia.
El piano nobile del palacio está decorado con frescos y estucos de extraordinaria belleza, realizados por artistas renombrados de la época. Las salas están adornadas con escenas mitológicas, paisajes y retratos que cuentan no solo la historia de la familia Caracciolo, sino también la del Reino de Nápoles. Entre las obras más conocidas se encuentran los trompe-l’oeil barrocos y rococós, que emergen de debajo de capas de estuco y papel pintado, revelando una paleta fresca de malva, verde musgo y ocre.
Durante los siglos XIX y XX, el palacio experimentó períodos de abandono y deterioro, pero también vio iniciativas de recuperación y restauración. En 1996, Maurizio Morra Greco comenzó a adquirir unidades individuales del palacio, logrando recomponer un ala completa del edificio en 2007. Gracias a estos esfuerzos, el palacio se convirtió en la sede de la Fundación Morra Greco en 2003, albergando desde 2006 un intenso programa de exposiciones y residencias artísticas.
La Fundación Morra Greco ha desempeñado un papel fundamental en el renacimiento cultural del palacio, promoviendo la creatividad contemporánea a través de la organización de eventos, exposiciones y residencias para artistas. Los espacios del palacio, incluidos los sótanos con techos abovedados de toba que recuerdan la entrada a un túnel, han sido restaurados para albergar obras de arte e instalaciones, creando un diálogo continuo entre pasado y presente.
Una de las anécdotas más interesantes relacionadas con el palacio es el descubrimiento, durante las recientes restauraciones, de una antigua pared griega, un recordatorio de las profundas raíces históricas de Nápoles. Este hallazgo ha añadido un encanto y complejidad adicionales a la ya rica historia del palacio, conectándolo directamente con los orígenes de la ciudad.
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