Palacio de Buckingham

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El Palacio de Buckingham, ubicado en el corazón de Londres, es uno de los símbolos más reconocibles de la monarquía británica. La historia del palacio se remonta a 1703, cuando el duque de Buckingham, John Sheffield, decidió construir una residencia urbana austera. Este edificio original, conocido como Buckingham House, fue diseñado por los arquitectos William Winde y John Fitch. La casa cambió de manos varias veces hasta que el rey Jorge III la adquirió en 1761 para usarla como residencia privada para su esposa, la reina Carlota, y sus hijos. Desde entonces, la casa fue conocida como “The Queen’s House”. Durante el reinado de Jorge IV, la casa sufrió una transformación significativa. Jorge IV, deseando una residencia más majestuosa, encargó al arquitecto John Nash expandir y renovar Buckingham House. Nash creó una estructura en forma de U, agregando alas y un amplio patio central. Sin embargo, los costos exorbitantes del proyecto llevaron a su destitución inmediatamente después de la muerte de Jorge IV. La reina Victoria, quien ascendió al trono en 1837, fue la primera monarca en residir permanentemente en el Palacio de Buckingham. Durante su reinado, el palacio se convirtió en el centro de la vida real británica. Sin embargo, Victoria pronto se quejó de la falta de espacio para albergar a dignatarios extranjeros. Como resultado, en 1845, el arquitecto Edward Blore fue encargado de construir un nuevo ala para albergar salas de recepción y salones de baile. Estas obras fueron financiadas en parte por la venta del Royal Pavilion de Brighton. El Palacio de Buckingham ha experimentado numerosas modificaciones y ampliaciones a lo largo de los años. Durante el reinado de Eduardo VII, el palacio sufrió una importante renovación interna, que introdujo el estilo decorativo blanco y dorado que aún se puede admirar hoy. Además, durante este período, se diseñó el Victoria Memorial y el área circundante se redefinió como un tributo a la reina Victoria. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Palacio de Buckingham no fue perdonado por los bombardeos alemanes, sufriendo daños significativos. Sin embargo, el rey Jorge VI y la reina Isabel permanecieron en el palacio durante la guerra, demostrando solidaridad con la población británica. La residencia real se convirtió en un símbolo de resiliencia y determinación. Hoy en día, el Palacio de Buckingham sigue siendo el centro administrativo de la monarquía británica y la residencia oficial del monarca. Con sus 775 habitaciones, que incluyen 19 Salas de Estado, 52 habitaciones reales y para invitados, y 78 baños, el palacio alberga numerosos eventos oficiales, ceremonias de estado y recepciones. Una de las principales atracciones para los visitantes es el Cambio de Guardia, una ceremonia icónica que atrae a millones de turistas cada año. El palacio también alberga una de las colecciones de arte más importantes del mundo, que incluye obras de Rembrandt, Rubens y Canaletto, entre otros. Durante los meses de verano, algunas de las Salas de Estado están abiertas al público, permitiendo a los visitantes admirar los lujosos interiores y las inestimables obras de arte.
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