Palacio Litta
Europa,
Italia,
citta, Milán,
Centro Storico
Palazzo Litta, ubicado en Corso Magenta 24 en Milán, representa uno de los ejemplos más significativos de arquitectura barroca en la ciudad. Su construcción, iniciada en 1642, fue encargada por el conde Bartolomeo III Arese y confiada al arquitecto Francesco Maria Richini. El palacio fue concebido para reflejar el estatus y la riqueza de la familia Arese, una de las casas más poderosas e influyentes de Milán. Ricos y poderosos, los Arese querían un edificio que representara su prestigio, y Palazzo Litta se convirtió en un centro de lujo y cultura.
La imponente fachada, que da a Corso Magenta, se caracteriza por un portal monumental enmarcado por dos telamones que sostienen un balcón decorado. La fachada es obra de Bartolomeo Bolli, quien la realizó en el siglo XVIII por encargo de la familia Litta, que sucedió a los Arese. Este estilo rococó, con sus líneas curvas y decoraciones elaboradas, contrasta con la sobriedad del cuerpo central diseñado por Richini, creando un equilibrio perfecto entre elegancia y opulencia.
El interior del palacio no es menos fascinante. El patio de honor, conocido como Corte del Richini, es un magnífico ejemplo de arquitectura barroca, con un pórtico en los cuatro lados que le confiere un sentido de grandeza y armonía. Desde el patio se accede a la espectacular escalera de honor, diseñada por Carlo Giuseppe Merlo en 1740. Esta escalera bifurcada, conocida como “a tijera”, conduce a los apartamentos nobles en el piso superior, caracterizados por ricas decoraciones y frescos.
Entre las salas más significativas del palacio se encuentran el Salotto Rosso y el Salotto Giallo, revestidos con telas preciosas y amueblados con muebles antiguos. La Sala degli Specchi es particularmente fascinante, con grandes espejos en las paredes y un techo pintado por Giovanni Antonio Cucchi, que representa la apoteosis de la familia Litta. El cuidado por los detalles y la calidad de las decoraciones hacen de estas habitaciones verdaderas joyas del barroco milanés.
El palacio tiene una historia rica y compleja. Durante el siglo XVIII, bajo la propiedad de la familia Litta, se convirtió en un centro de vida mundana y cultural. Grandes fiestas y recepciones se organizaban en sus salones, atrayendo a la élite milanesa y a numerosos huéspedes ilustres, como María Teresa de Austria y Napoleón Bonaparte. La capilla privada del palacio, posteriormente transformada en teatro, testimonia la versatilidad de los espacios y la importancia de la cultura para sus propietarios.
En el siglo XIX, el palacio fue vendido a la Società per le Ferrovie dell’Alta Italia, que lo utilizó como sede administrativa. Este cambio marcó el inicio de un período de transformaciones, durante el cual el edificio fue adaptado a las nuevas necesidades funcionales, manteniendo intactos los elementos arquitectónicos y decorativos más significativos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Palazzo Litta sufrió graves daños debido a los bombardeos, que destruyeron parte de la estructura. Sin embargo, gracias a un cuidadoso trabajo de restauración basado en antiguos dibujos y documentos, el edificio fue devuelto a su esplendor original. En los años siguientes, el palacio fue objeto de más restauraciones y adaptaciones, que han preservado su belleza y su integridad arquitectónica.
Hoy en día, Palazzo Litta es un importante centro cultural y museístico. Alberga la Secretaría Regional del Ministerio de Bienes y Actividades Culturales y Turismo para Lombardía, el Polo Museal Regional de Lombardía y la Superintendencia Arqueológica, de Bellas Artes y Paisaje para la Ciudad Metropolitana de Milán. Estas instituciones hacen de él un lugar vivo y dinámico, donde la historia y la cultura se entrelazan con la vida contemporánea.
Leer más