Palacio Visconti

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El Palazzo Visconti di Grazzano, ubicado en la Via Cino del Duca en Milán, es un fascinante ejemplo de arquitectura barroca y rococó. Su construcción se remonta al siglo XVIII, cuando Giuseppe Bolagnos, un rico comerciante, inició una serie de trabajos de renovación y ampliación en un núcleo de edificios preexistentes. Estos trabajos fueron continuados por su hijo Carlo, pero al morir sin herederos, el palacio pasó al Ospedale Maggiore di Milano, que en 1759 lo vendió al marqués Giuseppe Viani. El marqués Viani, decidido a hacer del palacio una de las residencias más suntuosas de Milán, emprendió más trabajos de ampliación y decoración. Durante este período, el palacio adquirió muchos de los elementos arquitectónicos y decorativos que aún lo caracterizan hoy en día, como las elaboradas fachadas con frontones mixtilíneos, las ventanas ornamentadas y la puerta principal coronada por un gran balcón irregular.Uno de los aspectos más destacados del palacio es su interior ricamente decorado. El piso noble alberga salas de representación con frescos y estucos que reflejan el estilo barroco y rococó de la época. Entre los artistas que contribuyeron a la decoración del palacio se encuentra Nicola Bertucci, cuyas obras adornan el salón de baile. Otro elemento distintivo es el patio interior, caracterizado por pórticos sostenidos por columnas gemelas y una pequeña gruta artificial que añade un toque de exotismo al complejo arquitectónico.En el siglo XIX, el palacio pasó a manos de Carlo Finelli, quien lo vendió a la noble familia Visconti di Modrone por una suma considerable. Los Visconti di Modrone, deseosos de consolidar su estatus social, decoraron el palacio con los escudos de armas de la familia y lo convirtieron en un símbolo de su poder y prestigio. Durante su propiedad, el palacio se convirtió en un centro de vida social y cultural, albergando eventos y recepciones que contaban con la participación de la élite milanesa.La Segunda Guerra Mundial marcó un período difícil para el Palazzo Visconti di Grazzano. El edificio sufrió graves daños debido a los bombardeos, que destruyeron parte de las decoraciones internas y de la estructura. Sin embargo, gracias a un cuidadoso trabajo de restauración, el palacio fue devuelto a su esplendor original. Durante estos trabajos, se realizaron intervenciones decorativas, incluidos los frescos de la Primavera de Filiberto Sbardella, que todavía embellecen las salas del piso noble.En 1958, el palacio fue adquirido por la inmobiliaria Lonate s.p.a., y sus salas se pusieron a disposición para eventos públicos. Esto ha permitido al gran público acceder a un lugar de extraordinaria belleza y apreciar sus riquezas artísticas y arquitectónicas. Hoy en día, el Palazzo Visconti di Grazzano se utiliza para eventos culturales, conferencias y recepciones, continuando desempeñando un papel importante en la vida social y cultural de Milán.Una anécdota interesante relacionada con el palacio concierne a la familia Visconti di Modrone. Se cuenta que el marqués Giuseppe Viani, para impresionar a sus invitados, mandó construir un túnel subterráneo que conectaba el palacio con la cercana iglesia de San Babila, permitiéndole asistir a los servicios religiosos sin tener que cruzar las calles de la ciudad. Este túnel, aunque ahora cerrado e inaccesible, sigue siendo un símbolo del lujo y la ingeniosidad de los propietarios del palacio.Desde el punto de vista artístico, el Palazzo Visconti di Grazzano es un verdadero tesoro. Además de los frescos y estucos, el palacio alberga una colección de obras de arte y muebles antiguos que testimonian el refinado gusto de sus propietarios. Los interiores, con sus techos pintados, paredes decoradas y muebles antiguos, ofrecen a los visitantes un viaje en el tiempo, permitiéndoles sumergirse en la opulenta atmósfera del siglo XVIII.
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