Palazzo Clerici
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Centro Storico
Palazzo Clerici, ubicado en Via Clerici 5 en Milán, es uno de los ejemplos más refinados y representativos de la arquitectura barroca milanesa. Construido en el siglo XVII sobre un antiguo edificio perteneciente a los Visconti, el palacio fue transformado en el siglo XVIII por el marqués Anton Giorgio Clerici, quien lo convirtió en una de las residencias más lujosas de la ciudad.
La familia Clerici, originaria de Como, se enriqueció enormemente a través del comercio de seda y el préstamo usurario, alcanzando su apogeo con Giorgio Clerici, quien obtuvo el título de marqués de Cavenago. A su muerte, su sobrino Anton Giorgio hereda una de las mayores fortunas de la época y comienza una serie de trabajos de restauración y decoración que involucran a artistas de gran renombre.
El palacio es conocido principalmente por la Galería de los Tapices, pintada por Giambattista Tiepolo en 1741. Esta galería, de 22 metros de largo y poco más de 5 de ancho, es una obra maestra del barroco, con el techo decorado con la carrera del carro del Sol entre las deidades del Olimpo, rodeado por las Alegorías de los cuatro Continentes y las Alegorías de las Artes. Tiepolo, con su maestría en el trompe-l’œil, crea una ilusión de profundidad y movimiento que le confiere a la galería una extraordinaria vivacidad y luminosidad.
El interior del palacio es un derroche de estucos, frescos y tapices, que decoran una serie de salas magníficamente amuebladas. La escalera de honor, realizada en granito con una balaustrada decorada con estatuas femeninas vestidas con trajes orientales, conduce a la Sala de Baile, un ambiente de representación que en la época de su construcción se utilizaba para las recepciones oficiales de la familia Clerici. Esta sala, particularmente alta, cuenta con grandes ventanales y dos coros para los músicos, accesibles a través de escaleras ocultas.
Otro ambiente destacado es la Sala de los Espejos, parte de los apartamentos de representación, que se distingue por la presencia de columnas de granito incrustadas en las paredes, señal de un antiguo pórtico abierto. Los muebles de madera, encargados en 1755, están decorados con trofeos militares que celebran las victorias del marqués Anton Giorgio en el campo de batalla.
Palazzo Clerici no es solo una joya arquitectónica, sino también un testigo de la historia política y social de Milán. Desde 1771 hasta 1778, el edificio albergó a los archiduques de Austria, Fernando de Habsburgo-Lorena y María Beatriz de Este, quienes establecieron su corte durante el gobierno de Milán. Posteriormente, el palacio pasó a manos del gobierno napoleónico y luego austriaco, para finalmente convertirse en sede de la Corte de Apelación de los piamonteses después de la unificación italiana.
Desde 1942, Palazzo Clerici alberga el Instituto de Estudios de Política Internacional (ISPI), confirmando su vocación como lugar de encuentros y discusiones de alto nivel. Su historia refleja los acontecimientos y transformaciones de Milán a lo largo de los siglos, convirtiendo al palacio en un símbolo de la continuidad y evolución de la ciudad.
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