Parroquia de los Santos Gervasio y Protasio (San Trovaso)
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Dorsoduro
La Parroquia de los Santos Gervasio y Protasio, comúnmente conocida como la Iglesia de San Trovaso, es un magnífico ejemplo de arquitectura y arte sacro en el distrito de Dorsoduro en Venecia. Situada cerca del famoso Squero di San Trovaso, uno de los astilleros más antiguos de Venecia, la iglesia es un lugar de gran interés histórico, artístico y cultural.
La iglesia tiene una larga historia que se remonta al siglo VIII, aunque el edificio actual fue reconstruido entre 1583 y 1602. Su estructura refleja la transición del final del Renacimiento al primer Barroco, con influencias que se entrelazan armoniosamente. El arquitecto que supervisó la reconstrucción fue Francesco Smeraldi, quien adoptó un enfoque clásico y simétrico, típico de la arquitectura veneciana de esa época.
Uno de los elementos más distintivos de la Iglesia de San Trovaso es su doble fachada, una característica bastante rara que se explica por la necesidad de ofrecer dos entradas distintas para las dos facciones rivales de la parroquia, los Nicolotti y los Castellani. Esta solución arquitectónica única refleja las dinámicas sociales y políticas de Venecia, donde la rivalidad entre diferentes facciones era común e incluso influía en la disposición de los edificios religiosos.
El interior de la iglesia es igualmente fascinante y rico en obras de arte. La nave central es espaciosa y luminosa, con un techo de casetones que añade un toque de elegancia y solemnidad. Las paredes están adornadas con una serie de altares laterales, cada uno decorado con pinturas y esculturas de gran valor artístico.
Uno de los tesoros más preciados de la Iglesia de San Trovaso es el altar mayor, diseñado por Vittoria Ludovico Breccia, con un retablo de Domenico Tintoretto, hijo del célebre Jacopo Tintoretto. El retablo representa a los Santos Gervasio y Protasio y otros santos en un contexto de gran intensidad emocional y espiritual. La pintura es una obra maestra del tardío Renacimiento veneciano, con un uso hábil de la luz y el color que confiere profundidad y realismo a las figuras representadas.
Otra obra notable es el “Cristo llevando la cruz”, atribuido a Girolamo Dente, discípulo de Tiziano. Esta pintura, situada en uno de los altares laterales, se caracteriza por su dramatismo y fuerza expresiva, típicos de la escuela veneciana del siglo XVI. Las figuras están representadas con gran atención a los detalles anatómicos y a las expresiones faciales, creando una obra de extraordinaria potencia visual.
La iglesia también alberga una serie de pinturas de Jacopo Palma el Joven, incluyendo “La tentación de San Antonio” y “La adoración de los pastores”. Estas pinturas muestran la habilidad de Palma para crear composiciones complejas y dinámicas, con un uso magistral de la luz y la sombra para crear profundidad y movimiento.
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