Place Pigalle
Europa,
Francia,
citta, París,
IX arrondissement
Place Pigalle es una de las plazas más icónicas y culturalmente ricas de París, ubicada en el 9º distrito, al pie del famoso barrio de Montmartre. Esta plaza, que lleva el nombre del pintor y escultor Jean-Baptiste Pigalle, ha sido durante siglos un cruce de artistas, músicos y personajes bohemios, convirtiéndose en símbolo de la vida nocturna parisina y de su vibrante escena cultural.
La historia de Place Pigalle está indisolublemente ligada al desarrollo de Montmartre como centro artístico y cultural. A finales del siglo XIX, Montmartre era un barrio animado y popular, conocido por sus cabarés, cafés y locales de entretenimiento. Place Pigalle, con su ubicación estratégica entre los bulevares de Clichy y de Rochechouart, se convirtió en el epicentro de esta efervescente escena. Los artistas se reunían en los cafés de la plaza, donde discutían sobre arte, política y filosofía, dando lugar a una época de extraordinaria creatividad e innovación.
Uno de los lugares más famosos de Place Pigalle era el Café de la Nouvelle Athènes, frecuentado por artistas de la talla de Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Cézanne y Vincent van Gogh. Este café era un punto de encuentro para los impresionistas y postimpresionistas, que encontraban inspiración y apoyo mutuo. Se dice que Degas pintó una de sus obras maestras, “La Absenta”, precisamente en este café, capturando la atmósfera enigmática y melancólica de Place Pigalle.
La plaza también era conocida por sus cabarés y teatros, que ofrecían espectáculos de variedades, can-can y música en vivo. El más famoso de ellos era el Divan Japonais, un cabaré que combinaba espectáculos de danza y música con actuaciones de acróbatas y artistas circenses. Toulouse-Lautrec, fascinado por la vida nocturna de Pigalle, realizó numerosos carteles y pinturas que representaban las actuaciones y personajes que poblaban estos locales. Su obra no solo documenta la energía vibrante de la escena artística de Pigalle, sino que también exalta su encanto decadente y seductor.
Place Pigalle no era solo un centro de entretenimiento, sino también un lugar de innovación musical. En las décadas de 1920 y 1930, la plaza y sus alrededores se convirtieron en el corazón del jazz parisino. Clubes como Le Grand Duc y Chez Florence acogían actuaciones de grandes músicos estadounidenses, como Josephine Baker y Sidney Bechet, que contribuyeron a difundir la pasión por el jazz en toda París. La presencia de estos artistas internacionales convirtió a Place Pigalle en un cruce de culturas e influencias musicales, enriqueciendo aún más su ya vibrante escena cultural.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Place Pigalle, al igual que gran parte de París, experimentó un período de declive. Sin embargo, después de la guerra, la plaza experimentó un renacimiento, atrayendo nuevamente a artistas y músicos. En las décadas de 1950 y 1960, Place Pigalle se convirtió en sinónimo de libertad y experimentación artística, un lugar donde se desafiaban las convenciones sociales y nuevas formas de expresión encontraban terreno fértil.
Uno de los elementos distintivos de Place Pigalle es su arquitectura ecléctica, que refleja las diversas épocas de su evolución. Los edificios que bordean la plaza presentan una variedad de estilos arquitectónicos, desde detalles de art nouveau hasta rasgos modernistas. Esta mezcla de estilos le confiere a Place Pigalle un carácter único, uniendo pasado y presente en un fascinante diálogo visual.
Una anécdota interesante relacionada con Place Pigalle involucra al artista Kees van Dongen, quien vivía en la zona y a menudo utilizaba la plaza como telón de fondo para sus pinturas. Van Dongen, conocido por su estilo fauvista y sus retratos vibrantes, capturaba la esencia de la vida nocturna de Pigalle con colores audaces y pinceladas enérgicas. Sus obras no solo celebran la vibrante atmósfera de la plaza, sino que también documentan sus transformaciones a lo largo de los años.
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