Plaza del Rossio
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La Praça do Rossio, oficialmente conocida como Praça Dom Pedro IV, es una de las plazas más importantes y animadas de Lisboa. Situada en el corazón de la ciudad, esta plaza ha desempeñado un papel central en la historia social, política y cultural de la capital portuguesa durante siglos.
La historia de la Praça do Rossio se remonta a la Edad Media, cuando el área se utilizaba como espacio abierto para mercados y ferias. Su nombre original, “Rossio”, significa precisamente “espacio abierto” o “campo común”. Durante los siglos XV y XVI, la plaza se convirtió en un lugar de ejecuciones públicas y celebraciones reales, reflejando su papel como centro de la vida pública de Lisboa.
La plaza ha sido testigo de numerosos eventos históricos significativos. En 1640, durante la revuelta que llevó a la independencia de Portugal de España, la Praça do Rossio fue el lugar donde las tropas portuguesas se reunieron antes de atacar el Palacio Real. En el siglo XVIII, el devastador terremoto de 1755 destruyó gran parte de la ciudad, incluida la Praça do Rossio, que fue posteriormente reconstruida según los planes del marqués de Pombal. La reconstrucción de la plaza marcó el comienzo de una nueva era para Lisboa, con una arquitectura más moderna y resistente a los terremotos.
El diseño actual de la Praça do Rossio se caracteriza por un pavimento de mosaico ondulado, conocido como “calçada portuguesa”, creado en el siglo XIX. Este motivo, que simula las olas del océano, se ha convertido en un símbolo distintivo de la ciudad y un ejemplo de la maestría artesanal portuguesa. En el centro de la plaza se encuentra una estatua de bronce de Dom Pedro IV, primer emperador de Brasil y rey de Portugal, erigida en 1870. La estatua, de 27 metros de altura, representa al monarca con un gesto de bendición, simbolizando su importancia histórica y el vínculo entre Portugal y Brasil.
La Praça do Rossio está rodeada de edificios históricos que contribuyen a su encanto único. El Teatro Nacional D. Maria II, ubicado en el lado norte de la plaza, es uno de los edificios más icónicos. Construido en 1846 en estilo neoclásico, el teatro lleva el nombre de la reina María II y es un importante centro cultural de Lisboa, que alberga numerosas representaciones teatrales y conciertos.
Otro edificio destacado es la estación de tren de Rossio, ubicada en el lado oeste de la plaza. Construida a finales del siglo XIX, la estación presenta una fachada de estilo manuelino con dos entradas en arco que recuerdan a los arcos de una catedral gótica. La estación es un importante nudo de transporte que conecta Lisboa con las ciudades circundantes, facilitando el movimiento de personas y mercancías.
La plaza también es un lugar de encuentro popular para ciudadanos y turistas, gracias a la presencia de numerosos cafés históricos. El Café Nicola, fundado en el siglo XVIII, es uno de los cafés más antiguos y famosos de Lisboa. Frecuentado por intelectuales y artistas, el café es conocido por su atmósfera bohemia y por haber sido un punto de encuentro para discusiones literarias y políticas.
Desde el punto de vista político, la Praça do Rossio ha sido escenario de numerosas manifestaciones y protestas. Durante la Revolución de los Claveles de 1974, la plaza fue uno de los lugares clave donde los ciudadanos se reunieron para celebrar la caída de la dictadura y el establecimiento de la democracia. Este evento histórico reforzó el papel de la plaza como espacio de expresión política y social.
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