Porta alla Croce

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La Puerta alla Croce en Florencia es uno de los ejemplos más interesantes de las antiguas puertas de la ciudad, un baluarte del pasado medieval que se alza majestuosamente en la Plaza Beccaria. Construida en 1285 como parte de la cuarta muralla de la ciudad, la puerta era originalmente conocida como Puerta alla Croce al Gorgo y Puerta Sant’Ambrogio. Su denominación podría derivar de la cercanía a la Basílica de Santa Croce, una de las iglesias más importantes de Florencia. La arquitectura de la Puerta alla Croce refleja las necesidades defensivas de la época. La estructura fue reducida en altura durante el asedio de Florencia de 1529-1530, una modificación que buscaba mejorar su capacidad de resistencia a los bombardeos. El techo, añadido en 1805, fue diseñado por el arquitecto Giuseppe Del Rosso, dándole a la puerta el aspecto que podemos ver hoy. Uno de los elementos más destacados de la puerta es la luneta exterior, que alberga un fresco de Michele Tosini que representa a la Virgen con los Santos. Este fresco, desafortunadamente, se ha deteriorado con el tiempo, pero sigue siendo un importante testimonio del patrimonio artístico de la puerta. La Puerta alla Croce tiene una historia rica y compleja. Durante el período en que Florencia fue la capital de Italia (1865-1871), la ciudad experimentó una importante transformación urbanística bajo la dirección de Giuseppe Poggi. En este contexto, muchas de las murallas de la ciudad fueron demolidas para dar paso a nuevas avenidas, dejando a la Puerta alla Croce aislada en el centro de una plaza. La Plaza Beccaria, donde se encuentra la puerta hoy, fue dedicada a Cesare Beccaria, el conocido jurista y filósofo ilustrado autor del tratado “De los delitos y las penas”, que se opuso firmemente a la tortura y a la pena de muerte. Durante los trabajos de urbanización del siglo XIX, la plaza asumió un papel crucial como nudo de transporte, conectando varias arterias principales de la ciudad. Aún hoy, la Plaza Beccaria es un punto de referencia importante para el tráfico de la ciudad, con su característica forma circular y los edificios neoclásicos que la rodean. Entre ellos, destaca el Archivo de Estado de Florencia, construido en los años 70 con un diseño brutalista, diseñado para proteger los valiosos documentos históricos de la ciudad. Otro aspecto fascinante de la Puerta alla Croce es su papel en las ejecuciones públicas. Antes de la construcción de la avenida de circunvalación, los condenados a muerte eran llevados a través de esta puerta hasta los lugares de ejecución situados fuera de las murallas de la ciudad. Este pasado trágico confiere a la puerta un aura de solemnidad y memoria histórica. La Puerta alla Croce, con sus placas conmemorativas, testimonia varios momentos significativos de la historia florentina. Una placa de 1310 describe las dimensiones de las murallas y de la puerta en brazas florentinas, mientras que otra, de 1925, conmemora a los caídos en la Primera Guerra Mundial. Además, una tercera placa de 1817 celebra las obras de mejora urbana emprendidas por el Gran Duque Fernando III de Lorena, que restauró la puerta y abrió nuevas vías de comunicación hacia el Casentino y la Romagna. Hoy en día, la Puerta alla Croce sigue siendo un símbolo del patrimonio histórico y arquitectónico de Florencia. Su imponente presencia en la Plaza Beccaria atrae tanto a residentes como a turistas, que pueden admirar esta pieza de historia mientras se mueven a través de una de las zonas más transitadas y animadas de la ciudad. La puerta representa un vínculo tangible con el pasado medieval de Florencia, ofreciendo una oportunidad única para reflexionar sobre las transformaciones que la ciudad ha experimentado a lo largo de los siglos.
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