Templo de Divus Claudio

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Rione XIX - Celio
El Templo del Divino Claudio, ubicado en la Colina Celio en Roma, es uno de los monumentos más significativos de la antigua Roma, dedicado al emperador Claudio después de su muerte y divinización. Su construcción comenzó bajo la dirección de la esposa de Claudio, Agripina, inmediatamente después de su muerte en el 54 d.C. Sin embargo, el templo sufrió numerosos cambios y destrucciones en las décadas siguientes, reflejando las turbulencias políticas de la época. El templo original fue dañado en el Gran Incendio de Roma en el 64 d.C. durante el reinado de Nerón. Posteriormente, Nerón ordenó la destrucción del templo, probablemente para dar espacio a su nueva residencia, la Domus Aurea, o para extender el acueducto del Aqua Claudia hasta el Celio. La decisión de demoler el templo también podría haber sido un acto simbólico para distanciarse de su predecesor divinizado. Después de la muerte de Nerón y la ascensión al trono de Vespasiano en el 69 d.C., el templo fue reconstruido. Vespasiano, conocido por su programa de restauraciones y construcciones públicas, quiso restablecer el culto a Claudio, estableciendo una asociación dedicada al culto del numen de Claudio, conocida como los Augustales. Estas restauraciones no solo reconstruyeron el templo, sino que lo convirtieron en un centro importante para el culto imperial. La arquitectura del templo era monumental. La estructura se alzaba sobre una enorme plataforma rectangular de 180 x 200 metros, sostenida por poderosos muros de contención de más de 15 metros de altura, algunos de los cuales todavía son visibles hoy. El templo en sí estaba construido sobre un podio, accesible a través de una escalinata monumental que se abría hacia el sur, en dirección al Palatino. Esta entrada imponente subrayaba la importancia del sitio y su conexión con el corazón político y religioso de Roma. La plataforma probablemente estaba decorada con estatuas ecuestres de Claudio, aunque este detalle no está confirmado. Las paredes del templo estaban enriquecidas con columnas de travertino y algunas partes de estas fueron reutilizadas en edificios posteriores, como el campanario de la basílica de los Santos Juan y Pablo en el Celio. Uno de los elementos más interesantes del templo era el acueducto construido por Nerón para llevar agua desde la Claudia hasta el Celio, conocido como Arcus Neroniani. Este acueducto terminaba en un ninf…
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