Tumba de los Escipiones
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Appio Latino
El Sepulcro de los Escipiones, ubicado en la Vía Apia Antica en Roma, es uno de los monumentos funerarios más importantes y fascinantes de la antigua Roma. Este sepulcro, que data del siglo III a.C., fue el lugar de entierro de la familia Escipión, una de las familias patricias más ilustres de la República Romana. Los miembros más famosos de la familia incluyen a Escipión el Africano, el general que derrotó a Aníbal en la segunda guerra púnica, y a Escipión Emiliano, quien destruyó Cartago en la tercera guerra púnica.
El sepulcro fue descubierto en 1780 y representa un ejemplo extraordinario de arquitectura funeraria romana. Originalmente construido por Lucio Cornelio Escipión Barbato, cónsul en el 298 a.C., el sepulcro fue ampliado en los siglos posteriores para albergar los restos de otros miembros de la familia. La estructura está excavada en toba y se desarrolla en varios niveles, con una entrada monumental decorada con inscripciones y relieves que celebran las hazañas y virtudes de los Escipiones.
La entrada principal del sepulcro, decorada con una fachada de estilo dórico, conduce a una cámara funeraria principal. Aquí se encuentran los sarcófagos de los principales miembros de la familia, cada uno de los cuales está adornado con inscripciones conmemorativas. El sarcófago de Escipión Barbato, uno de los más antiguos, está decorado con una inscripción que exalta sus virtudes y sus conquistas militares. Esta inscripción, grabada en versos saturnios, es uno de los ejemplos más antiguos de epigrafía latina.
Un elemento distintivo del sepulcro es la presencia de una serie de inscripciones que documentan la historia y las hazañas de la familia Escipión. Estas inscripciones, algunas de las cuales han sido trasladadas a los Museos Vaticanos para su conservación, ofrecen un valioso testimonio de la cultura y la sociedad romana de la época. Entre las inscripciones más famosas, además de la de Escipión Barbato, está la de su hijo, Lucio Cornelio Escipión, que celebra su victoria sobre un rey etrusco.
La estructura del sepulcro refleja la influencia de la arquitectura helenística, con el uso de columnas dóricas y capiteles decorados. Esta combinación de elementos arquitectónicos griegos y romanos es típica de la época republicana, cuando Roma comenzaba a asimilar y adaptar las influencias culturales de las civilizaciones conquistadas. El sepulcro de los Escipiones, con su arquitectura y sus decoraciones, representa por lo tanto un ejemplo significativo de esta fusión cultural.
Además de su importancia histórica y arquitectónica, el sepulcro de los Escipiones también tiene un valor simbólico. La elección de la Vía Apia como lugar de entierro no fue casual: esta carretera, una de las vías consulares más antiguas e importantes de Roma, era símbolo de poder y prestigio. Al ser enterrados a lo largo de la Vía Apia, los Escipiones aseguraban que su memoria estuviera asociada a la grandeza y la gloria de Roma.
Una anécdota interesante concierne al descubrimiento del sepulcro en el siglo XVIII. Durante las excavaciones, se encontraron varios objetos funerarios, incluyendo urnas cinerarias y fragmentos de estatuas, que contribuyeron a reconstruir la historia de la familia Escipión y a comprender mejor las prácticas funerarias romanas. Algunos de estos hallazgos se exhiben hoy en los Museos Vaticanos y en el Museo Nacional Romano, donde pueden ser admirados por académicos y visitantes.
A lo largo de los siglos, el sepulcro ha experimentado varias vicisitudes. Durante la Edad Media, la estructura fue parcialmente desmantelada y utilizada como cantera de toba. Sin embargo, gracias a las excavaciones y restauraciones realizadas en los siglos XVIII y XIX, el sepulcro ha sido en gran parte recuperado y hoy en día es una de las principales atracciones arqueológicas de la Vía Apia.
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