Villa Bertramka
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Bertramka, una villa situada en el barrio de Smíchov en Praga, es un lugar cargado de historia y cultura, conocido principalmente por su asociación con Wolfgang Amadeus Mozart. Originalmente parte de un monasterio cartujo durante varios siglos, la villa actual fue construida alrededor de 1700. Era común para los praguenses adinerados construir casas de campo para relajarse, y Bertramka no era una excepción, combinando lujosas residencias con actividades agrícolas, como la producción de frutas, trigo y vino.
En 1784, Bertramka fue comprada por el compositor checo František Xaver Dušek y su esposa Josefa Dušková, una renombrada soprano de la época. La villa se convirtió rápidamente en un centro de reunión para artistas y aristócratas, con veladas musicales y conciertos que se celebraban regularmente. František y Josefa eran figuras destacadas en la escena musical de Praga y recibieron a numerosos músicos y compositores, incluido el propio Mozart.
Mozart visitó Praga y Bertramka varias veces, encontrando aquí un refugio tranquilo para componer y relajarse. La primera visita documentada de Mozart a Praga fue en enero de 1787 para una representación de “Las bodas de Fígaro”. Fue durante esta visita que conoció y entabló amistad con los Dušek, quienes lo invitaron a quedarse en su villa. Posteriormente, Mozart regresó a Praga en otoño del mismo año para completar y dirigir el estreno de “Don Giovanni”, que se llevó a cabo en el Teatro de los Estados el 29 de octubre de 1787. Se dice que parte de la ópera fue completada precisamente en Bertramka, en un ambiente de tranquila estimulación, con Mozart alternando el trabajo en la partitura con momentos de recreo en el jardín de la villa.
Una anécdota interesante concierne a la composición del aria “Bella mia fiamma, addio”. Según una leyenda, Josefa Dušková encerró bromamente a Mozart en un pabellón del jardín hasta que completara el aria que le había prometido. Para vengarse de la broma, Mozart incluyó pasajes extremadamente difíciles en la pieza, pero Josefa logró interpretar el aria sin errores, demostrando su extraordinaria habilidad vocal.
Después de la muerte de František Dušek en 1799, Josefa se encontró en dificultades financieras y se vio obligada a vender Bertramka. La villa pasó por varias manos hasta que, en 1838, fue comprada por Lambert Popelka, un gran admirador de Mozart. Popelka convirtió Bertramka en un santuario dedicado al compositor, manteniendo intactas las habitaciones en las que Mozart había residido y organizando celebraciones en su honor, como la del centenario del estreno de “Don Giovanni” en 1887, a la que también asistió Antonín Dvořák.
En 1929, Bertramka recibió financiamiento estatal y se convirtió en parte de la Sociedad Mozartiana de la República Checa. Gradualmente restaurada, la villa se abrió al público como museo en 1956, con motivo del bicentenario del nacimiento de Mozart. Hoy en día, Bertramka es un museo que celebra la vida y obra de Mozart, así como la memoria de los Dušek, ofreciendo a los visitantes una ventana al rico patrimonio musical y cultural del siglo XVIII.
La importancia de Bertramka no se limita a su asociación con Mozart. La villa representa un ejemplo significativo de la cultura musical y social de Praga en el siglo XVIII, una época en la que la ciudad era un crisol de talentos artísticos. La comunidad musical de Praga, conocida por su competencia y pasión, siempre ha apreciado profundamente el trabajo de Mozart, diferenciándose de otras ciudades europeas por su cálido y duradero aprecio por el compositor. Este fervor musical contribuyó a crear un ambiente fértil para el arte y la cultura, convirtiendo a Praga en un punto de referencia para los músicos de la época.
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