Jardín Botánico de Turín
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El Jardín Botánico de Turín es un fascinante jardín científico y educativo ubicado cerca del Parque del Valentino. Fundado oficialmente en 1729 por voluntad de Víctor Amadeo II de Saboya, está vinculado a la creación de la cátedra ordinaria de botánica en la Universidad de Turín. El primer director fue Giuseppe Bartolomeo Caccia, quien inició la recolección de especies vegetales, combinando la investigación sobre plantas medicinales con el conocimiento de especies exóticas y silvestres.
El jardín botánico se encuentra en el área que antes era el jardín del rey, cerca del Castillo del Valentino. Durante el siglo XVIII, bajo la dirección de Vitaliano Donati y Carlo Allioni, el número de especies cultivadas aumentó significativamente, llegando a alrededor de 4500. Donati, en particular, enriqueció las colecciones con especímenes recolectados durante sus viajes, mientras que Allioni contribuyó a la documentación con la famosa “Iconographia Taurinensis”, una colección de dibujos de plantas cultivadas en el jardín.El Jardín Botánico no solo es un lugar de estudio para botánicos y estudiantes, sino también un pulmón verde abierto al público, que puede admirar una variedad de plantas de todo el mundo. Entre sus características distintivas, hay un recorrido táctil pensado para personas con discapacidad visual, que permite explorar las plantas a través del tacto y el braille. Este recorrido inclusivo refleja el compromiso del jardín de hacer que la ciencia sea accesible para todos.Durante el siglo XIX, bajo la dirección de Giovanni Battista Balbis, el jardín se enriqueció aún más con especies gracias a la correspondencia con botánicos europeos y su integración con otras instituciones científicas. Durante su dirección, el jardín logró aumentar la colección de plantas a 1900 especies, consolidando su reputación internacional.Una de las áreas más interesantes del Jardín Botánico de Turín es la colección de plantas exóticas, que ofrece un fascinante viaje a través de la flora de diferentes continentes. Los ejemplares se cultivan en invernaderos especiales, que recrean las condiciones climáticas necesarias para su supervivencia. Estos invernaderos son un punto de atracción para los visitantes, que pueden ver de cerca plantas raras y a menudo difíciles de encontrar en otros jardines botánicos.El Jardín Botánico de Turín regularmente alberga eventos y actividades educativas, dirigidas tanto a estudiantes como al público en general. Entre ellas se encuentran visitas guiadas, laboratorios prácticos y conferencias, que ofrecen la oportunidad de profundizar en el conocimiento del mundo vegetal. Estas iniciativas tienen como objetivo concienciar al público sobre la importancia de las plantas para el ecosistema y nuestra vida cotidiana.Un dato interesante es la introducción de especies exóticas en el jardín. Entre ellas se encuentra la Sophora japonica, un árbol originario del este de Asia, que se ha convertido en uno de los ejemplares más admirados del jardín. Su introducción es resultado de los intercambios botánicos internacionales que han caracterizado la historia del jardín.En el siglo XX, el Jardín Botánico continuó evolucionando y adaptándose a los cambios científicos y sociales. En la década de 1980, la dirección pasó a figuras como Silvano Scannerini y Franco Montacchini, quienes introdujeron nuevas metodologías de investigación y ampliaciones de las colecciones. Hoy en día, el jardín mantiene su papel como punto de referencia para la botánica italiana, continuando innovando y expandiendo sus actividades.
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