Casa de Freddy Mercury

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Kensington
Garden Lodge, ubicada en Logan Place en el barrio de Kensington, Londres, fue la última morada de Freddie Mercury, el legendario líder de Queen. Construida entre 1908 y 1909 según el diseño del arquitecto Ernest William Marshall, esta casa de estilo neogeorgiano fue inicialmente habitada por el pintor Cecil Rea y su esposa, la escultora Constance Halford. Posteriormente, entre los diversos propietarios se encontraba Peter Wilson, presidente de la casa de subastas Sotheby’s, hasta que Mercury la adquirió en 1980 por 500.000 libras en efectivo. Garden Lodge es una residencia espaciosa, rodeada por un muro de ocho pies de altura que oculta un jardín bien cuidado. La propiedad incluía ocho dormitorios, un ala de estudio con una gran ventana en arco y extensos terrenos paisajísticos. Después de la compra, Freddie Mercury decoró la casa con un gusto ecléctico, reflejando su amor por el arte y la cultura. Cada habitación de la casa albergaba piezas únicas y valiosas, como muebles franceses del siglo XIX, lámparas Tiffany, espejos dorados ingleses e impresiones de artistas famosos como Matisse y Chagall. Mercury vivió en Garden Lodge desde 1985 hasta su muerte en 1991, y la casa se convirtió en un refugio de tranquilidad lejos de las luces de la fama. Aquí, el cantante encontraba paz e inspiración, rodeado de objetos que amaba y que reflejaban su personalidad vibrante y extravagante. Después de su muerte, la propiedad pasó a Mary Austin, su amiga y confidente de confianza, quien continuó cuidando la casa manteniendo viva la memoria de Freddie. El interior de Garden Lodge era un caleidoscopio de estilos e influencias, con Freddie transformando cada rincón en un testimonio de su espíritu artístico. La sala de estar, con sus paredes amarillas, el color favorito de Mercury, albergaba pinturas victorianas y diseños teatrales de Erté. El comedor era a menudo escenario de suntuosos banquetes, con copas de cristal y cubertería que brillaban bajo la luz de las lámparas japonesas. En su colección, Freddie también poseía piezas de gran valor como una cómoda francesa de estilo Luis XV y acuarelas de William Russell Flint. Uno de los espacios más personales de la casa era el estudio musical de Mercury, donde se encontraba su amado piano Yamaha y un metrónomo Maelzel. Aquí, Freddie componía y ensayaba muchas de las canciones que definirían la carrera de Queen. Junto al piano, una biblioteca llena de libros y modelos de bronce de Irena Sedlecká testimoniaba su amor por la lectura y el arte. La pared exterior de Garden Lodge se ha convertido en un lugar de peregrinación para los fanáticos de todo el mundo, que dejan grafitis y mensajes de amor y recuerdo para el cantante. Aunque en los últimos años Mary Austin ha eliminado muchos de estos tributos para preservar la privacidad de la residencia, el legado de Freddie Mercury sigue vivo a través de las paredes de esta histórica morada.
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