Kerlingarfjöll
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Kerlingarfjöll es una majestuosa cadena montañosa situada en el corazón de Islandia, que se extiende por aproximadamente 150 kilómetros cuadrados. Este complejo montañoso es famoso por sus paisajes surrealistas y su extraordinaria actividad geotérmica, lo que lo convierte en uno de los destinos más fascinantes para amantes de la naturaleza y aventureros. Las montañas de Kerlingarfjöll, cuyo nombre significa “Montañas de la Bruja”, ofrecen una experiencia única gracias a sus características geológicas, históricas, artísticas y sociales.
Geológicamente, Kerlingarfjöll es un paraíso para geólogos y excursionistas. Las montañas son el resultado de una actividad volcánica ocurrida hace aproximadamente 10.000 años, durante la era glacial. El paisaje está dominado por una amplia variedad de formaciones geotermales, incluyendo fumarolas, manantiales calientes y pozas de barro hirviente. El terreno está lleno de riolita, una roca volcánica que le da a las montañas sus colores vivos, con tonos de rojo, amarillo y verde, creando un sorprendente contraste con los extensos campos de nieve blanca que las rodean.
Históricamente, Kerlingarfjöll siempre ha tenido un papel importante en la cultura islandesa. En el pasado, estas montañas eran consideradas un lugar sagrado y místico, y numerosas leyendas han surgido en torno a ellas. Una de las historias más conocidas cuenta sobre una bruja petrificada, de la cual las montañas toman su nombre. Esta narrativa añade una capa adicional de encanto y misterio a la región, invitando a los visitantes a sumergirse en la mitología local mientras exploran el paisaje. Un dato interesante es la transformación de Kerlingarfjöll en un destino turístico. En los años 60, la zona era utilizada como campo de entrenamiento para las fuerzas armadas islandesas durante el verano. Sin embargo, con el tiempo, la belleza natural de la región atrajo la atención de los viajeros, y Kerlingarfjöll fue gradualmente convertida en un destino para el ecoturismo. Hoy en día, es un ejemplo de cómo un área natural puede ser preservada y valorada, ofreciendo experiencias inolvidables a los visitantes mientras mantiene su integridad ecológica.
Desde el punto de vista ambiental, Kerlingarfjöll es un ejemplo extraordinario de diversidad ecológica. Las montañas albergan una variedad de especies vegetales y animales adaptadas a las condiciones extremas del clima islandés. Las plantas alpinas, los musgos y líquenes prosperan en suelos ricos en minerales, mientras que especies animales como zorros árticos y renos pueden ser avistadas en las cercanías. La observación de la vida silvestre es una actividad popular entre los visitantes, quienes tienen la oportunidad de ver de cerca algunas de las especies más icónicas de Islandia.
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