Piazza Navona
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Rione VI - Parione
Piazza Navona es sin duda una de las plazas más famosas y fascinantes de Roma, un lugar donde la historia, el arte y la vida cotidiana se entrelazan de manera única. Ubicada en el corazón del centro histórico, la plaza es un verdadero museo al aire libre, un lugar que narra siglos de evolución urbana y artística de la ciudad eterna.
La forma alargada y las dimensiones de Piazza Navona reflejan el antiguo Estadio de Domiciano, construido alrededor del 85 d.C., que podía albergar hasta 30.000 espectadores. El estadio se utilizaba para competiciones atléticas, y es precisamente por esta función que la plaza ha mantenido una forma rectangular con extremos semicirculares. Con el tiempo, las estructuras del antiguo estadio fueron incorporadas en los edificios circundantes, pero la plaza ha conservado su forma original, convirtiéndose en uno de los lugares barrocos más hermosos de Roma.
En el centro de la plaza se encuentra la Fuente de los Cuatro Ríos, obra maestra de Gian Lorenzo Bernini, realizada entre 1648 y 1651. La fuente representa los cuatro grandes ríos de los continentes conocidos en ese momento: el Nilo por África, el Ganges por Asia, el Danubio por Europa y el Río de la Plata por las Américas. Cada figura fluvial está acompañada de animales y plantas exóticas, esculpidas con una maestría increíble. En el centro de la fuente se erige un obelisco egipcio, proveniente del Circo de Majencio, que Bernini integró armoniosamente en la composición.
Frente a la Fuente de los Cuatro Ríos se encuentra la iglesia de Sant’Agnese in Agone, diseñada por Francesco Borromini. La iglesia es un magnífico ejemplo de arquitectura barroca, con una fachada cóncava que parece dar la bienvenida a los visitantes en la plaza. La iglesia toma su nombre del martirio de Santa Inés, que según la tradición ocurrió en el Estadio de Domiciano. La fachada está decorada con estatuas y relieves que cuentan la vida de la santa, y el interior está lleno de obras de arte y decoraciones lujosas.
La plaza está enriquecida con otras dos espléndidas fuentes. La Fuente del Moro, ubicada en el extremo sur, fue diseñada por Giacomo della Porta en 1575 y posteriormente modificada por Bernini, quien añadió la estatua del Moro, un tritón luchando con un delfín. La Fuente de Neptuno, en el extremo norte de la plaza, también fue diseñada por Giacomo della Porta, pero las estatuas que la decoran hoy fueron añadidas en el siglo XIX, completando así la escenografía barroca de la plaza.
Piazza Navona también está rodeada de palacios históricos que realzan su belleza. El Palazzo Pamphilj, construido para la familia del mismo nombre, es uno de los edificios más imponentes. Hoy alberga la embajada de Brasil, pero originalmente fue la residencia de Doña Olimpia Maidalchini, cuñada del Papa Inocencio X, quien encargó muchas de las obras de arte presentes en la plaza. El palacio, con su fachada monumental y sus interiores lujosos, es un ejemplo perfecto de la arquitectura barroca romana.
Una anécdota curiosa se refiere a la rivalidad entre Bernini y Borromini, los dos grandes arquitectos barrocos que trabajaron en la plaza. Se dice que Bernini, al esculpir la Fuente de los Cuatro Ríos, representó a una de las figuras en una pose de miedo, con la mano levantada como protegiéndose de la caída de la fachada de la iglesia de Sant’Agnese in Agone, diseñada por su rival Borromini. Sin embargo, esta historia es probablemente apócrifa, ya que la fuente se completó antes que la iglesia.
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