Basílica de Santa María dei Servi
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La Basílica de Santa Maria dei Servi, ubicada en Strada Maggiore en Bolonia, es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica y un símbolo histórico y artístico de la ciudad. Fundada en 1346 por iniciativa de la Orden de los Siervos de María, la iglesia fue diseñada por Andrea Manfredi da Faenza y Antonio di Vincenzo, quienes también colaboraron en la construcción de la Basílica de San Petronio. La construcción de la basílica se prolongó durante siglos, con trabajos que continuaron hasta el siglo XIX.
Externamente, la basílica se caracteriza por una fachada sencilla de ladrillo, dominada por un óculo que originalmente debía ser una ventana de rosetón. Sin embargo, el elemento arquitectónico más distintivo es el pórtico que rodea toda la plaza delante de la iglesia. Este pórtico, iniciado en 1393 y completado en el siglo XIX, crea una atmósfera acogedora y solemne gracias a sus esbeltas columnas de mármol veronés. El pórtico también es famoso por albergar cada año el mercado navideño de Santa Lucía, un evento muy querido por los boloñeses.
El interior de la basílica es igualmente fascinante, con una planta de cruz latina y tres naves separadas por columnas circulares alternadas con pilares octogonales que sostienen arcos apuntados y bóvedas de crucería. Los tonos rojo-marrón de la terracota se mezclan con el blanco de las bóvedas, creando un contraste visual que realza la estructura gótica.
La basílica alberga numerosas obras de arte de gran valor. Entre ellas, la Madonna en trono de Cimabue, realizada entre 1280 y 1290, es una de las más antiguas y preciosas. Este panel en temple y oro representa a la Virgen sentada en un trono con el Niño y los ángeles. En las capillas laterales también se encuentran obras de Dionisio Calvaert, Lippo di Dalmasio, Innocenzo da Imola y Bartolomeo Cesi. La primera capilla a la derecha alberga un Eterno Padre de Guercino, mientras que detrás del ábside, en la zona del deambulatorio, se pueden admirar fragmentos de frescos atribuidos a Vitale da Bologna.
Uno de los elementos más interesantes de la Basílica de Santa Maria dei Servi es su órgano, construido por la empresa Tamburini en 1967. Este órgano, ubicado en el brazo izquierdo del transepto, es conocido por su calidad sonora y la basílica alberga regularmente conciertos de música clásica, continuando una larga tradición musical que se remonta al siglo XVII, cuando la iglesia tenía cuatro órganos.
La historia de la basílica también está vinculada a importantes eventos culturales y sociales. Por ejemplo, el pórtico de la basílica aparece en una escena de la película “Edipo Rey” de Pier Paolo Pasolini. Además, la basílica es un punto de referencia durante las festividades navideñas, cuando el mercado de Santa Lucía llena los pórticos con puestos que venden dulces, juguetes y artesanías, creando una atmósfera festiva y tradicional.
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