Campanile di Giotto
Europa,
Italia,
Florencia,
Duomo
El Campanile de Giotto, un ícono de la arquitectura gótica italiana, se alza majestuoso junto a la Catedral de Santa María del Fiore en Florencia. Iniciado en 1334 por Giotto di Bondone, el campanario refleja no solo la habilidad artística de su creador, sino también la ambición y la riqueza de la Florencia medieval. Giotto trabajó en el proyecto solo durante tres años antes de su muerte en 1337, y luego fue Andrea Pisano quien continuó los trabajos, completando los dos primeros pisos siguiendo fielmente el diseño original del maestro. Posteriormente, el proyecto pasó a Francesco Talenti, quien terminó el edificio en 1359 introduciendo algunas modificaciones, como la terraza panorámica en lugar de una cúspide piramidal inicialmente prevista.
El campanario, de aproximadamente 85 metros de altura, se distingue por su revestimiento de mármoles blancos, rojos y verdes dispuestos en elegantes motivos geométricos. Cada lado de la torre está adornado con relieves hexagonales y rombos que representan varios aspectos de la vida humana y las virtudes cristianas. Los paneles inferiores, atribuidos a Andrea Pisano y su taller, representan la Creación de la Humanidad y las Actividades Humanas, mientras que los paneles superiores representan los Poderes Celestiales que gobiernan la vida del hombre, las Virtudes Cristianas, las Artes Liberales y los Sacramentos.
Las dieciséis estatuas en las hornacinas, obras de artistas como Donatello y Nanni di Banco, añaden un toque de grandeza y espiritualidad. Entre ellas, la más famosa es el Zuccone de Donatello, conocido por su intensa y realista expresión. Hoy, para preservar estas obras, los originales han sido trasladados al Museo dell’Opera del Duomo y reemplazados por copias.
La construcción del campanario también fue un símbolo del deseo de Florencia de destacarse frente a otras ciudades italianas como Pisa y Siena. Este ambicioso proyecto, iniciado durante un período de gran prosperidad para Florencia, tuvo que enfrentar interrupciones debido a la peste negra que azotó Europa entre 1348 y 1352, pero finalmente se completó, convirtiéndose en un elemento distintivo del horizonte de Florencia.
La subida al campanario, con sus 414 escalones, es una experiencia inolvidable que ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad y las colinas circundantes. Desde la cima, se puede admirar de cerca la cúpula de Brunelleschi y apreciar la armoniosa disposición urbana de Florencia.
Leer más